La temporada (parece) que acabó. Son días de balance, ránkings con lo mejor y lo peor del curso… pero en Vallecas parece difícil sacar algo positivo de un año en el que todo se torció desde el principio.
Ni los más viejos del lugar recuerdan algo igual… quizá en el ascenso de 2011, con la larga sombra de los Ruiz Mateos acechando y los impagos sobrevolando cada partido que se jugaba… pero es que en esta 2019-20 ha sido una detrás de otra.
Para nosotros los periodistas ha sido como bucear en lodo. Un lodo cada vez más profundo que no dejaba ver nada de luz. Primero los abonos (precios, femenino, personas con discapacidad…), después los resultados deportivos, el coronavirus, los ERTE, las peleas continuas entre Presa y Paco Jémez, el Caso Luis Advíncula, los positivos por COVID-19 del Fuenlabrada y los posteriores comunicados…
Seguro que se nos olvida algo… pero es que no nos apetece ni recordar. Apetece olvidar y pasar página, aunque la sensación es de que todo esto tendrá continuidad la temporada que viene… Unos se marcharán, otros vendrán, pero el caos se agarra como una lapa a la franjirroja.
Para el periodismo tampoco ha sido nada fácil. Hemos vivido una época de opacidad absoluta y secretismo mal disimulado, pero aquí seguimos… desde los medios pequeños a los grandes. Todos al pie del cañón, esperando que se vuelva a lanzar el pistoletazo de salida para empezar de nuevo. A cabezotas no nos gana nadie.