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OPINIÓN

El discretísimo encanto de la burguesía

LA CONTRACRÓNICA


Que Don Luis Buñuel me perdone, pero en el weekend de Los Goya una referencia al cine era necesaria. Si el partido del jueves ante el Betis fue “Dolor y Gloria” y el presidente del Atlético, productor de cine, firmó una película de terror con sesión doble de jueves-domingo, el partido de hoy frente al Extremadura fue perpetrado sin llegar a la categoría de telefilme alemán de mediodía.

En Alemania, Polonia, Macedonia o Hungría se ganan la vida los hispanos,que hoy se han proclamado por segunda vez consecutiva,campeones de Europa de balonmano. En una entrevista que recomiendo,uno de sus jugadores, Joan Cañellas, lamentaba el escasamente prometedor futuro de su deporte en nuestro país con sueldos de mileurista para los jugadores de clase media de la liga Asobal. Ellos,élite mundial en su deporte, tienen sueldos mensuales con cuatro ceros.

Los jugadores del Rayo Vallecano, tras su memorable actuación ante un rival superior, recibieron al visitante de hoy con desdén, sin el respeto necesario al noble equipo de la tierra de Barros, el Extremadura de Almendralejo, pueblo y región estos parte del origen de nuestro barrio gracias al éxodo de las provincias a la capital. Total,ellos, pequeño burgueses con sueldos mejores que nuestros ídolos balonmanísticos, en decadencia o mejor dicho descenso de categoría creyeron que con nulo interés, un tiro a puerta de Saveljich y uno fuera del central sería suficiente para ganar. Pudo ocurrir. Antes de esos disparos y bien iniciado el segundo acto,tras un primero soporífero en el que lo único destacado fue la lesión de Pozo, una acción de fé en la presión, mezcla de error grave del zaguero azulgrana y desgracia, hizo que el despeje de su último hombre en boca de gol acabara rebotando en un compañero y terminando en su propia jaula. (1-0)

Fue la segunda alegría recibida por la grada hoy,tras la pancarta lucida por los jugadores de la franja en contra del racismo como colofón a las jornadas contra esa lacra que el Rayismo celebró este fin de semana y que es tan necesario recordar por lo que se ve.

Y la última.Para los locales. Alegría, de nombre Álex, bulto sospechoso que se paseó por Vallecas durante la primera vuelta de la pasada campaña pareció hoy un delantero molesto,incordió a la zaga del Santa Inés y metió la que tuvo. Ulloa ni siquiera tuvo esa oportunidad hoy.

Mal y perezoso partido local cuyo titular a falta de dos minutos para el final era “Otro día en la oficina” por rutinario y de poco interés y que preocupa de cara al miércoles. ¡Anda que si alguno reservó fuerzas para recibir al submarino amarillo! Con una grada diversa y festiva, una gran ocasión para acercarse al playoff y el club provocando pellizcos entre la afición debido a sus últimos buenos detalles sería imperdonable.

Esperemos que solo haya sido un mal día.

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