EL TERCER TIEMPO
Percibo en el ambiente una sensación agridulce, un cierto cáliz pesimista regado con dosis de algorozo tras el empate del Rayo Vallecano ante el Sporting de Gijón. Por un lado, están aquellos que ven un equipo con poco banquillo, y por contra, los que disfrutaron de un partido de Primera.
El banquillo, los cambios y la paciencia
Sea como fuere, lo cierto es que Míchel nos ha dejado claro que tiene su once definido, y que no es fácil hacerlo variar. Es verdad que los once están rindiendo a buen nivel en líneas generales, y salvo pequeños encajes, estamos ante la versión de fútbol que el técnico franjirrojo quiere destilar. Pero si algo tengo que echarles en cara a algunos de ustedes es la poca paciencia y la queja constante. Piensen que estamos a un solo punto del liderato, que venimos de un año de mierda, y que aún así, somos capaces de sacar a relucir el cuchillo, en esta ocasión, para latigar al técnico por su poca maña a la hora de realizar los cambios, o por el exiguo fondo de armario.
Por un lado, parece claro que Aguirre se ha ganado el beneplácito del “jugador número 12”, siendo el que más sale del banquillo. Por otro lado, he leído bastantes críticas a la nula aportación de Manucho, que salió al césped cuando el partido agonizaba. Es verdad, y ahí les doy la razón, que posiblemente el cambio no debería haber sido ese. Pero, puestos a opinar, me faltan muchos minutos para el Chori, quiero ver al argentino en este equipo y creo que puede hacer bastante más que el angoleño en esos minutos finales. ¿Por qué no aguantar con RdT y dar entrada a Domínguez?
Para concluir, si repasamos los 24 jugadores que el Rayo Vallecano tiene en plantilla, hay algunos que están perdiendo protagonismo o nunca lo tuvieron, caso de Rat, Galán, Lass o Javi Guerra, y otros que les va a costar entrar en el equipo, como los veteranos Amaya y Trashorras. De este modo, nos quedan pocas opciones de intercambio, y es ahí donde entran los que valoran la poca densidad de futbolistas en el banco, pese a que el Mister se empeñe en decir que los 24 son válidos y que este equipo tiene muchas variantes.
Por último, me parece que el apunte que el once de Míchel necesita es Ba en lugar de Dorado. Con ello, la zaga quedaría más reforzada, con un Velázquez que crece a la velocidad del viento, pero, en cualquier caso, no pierdan la paciencia y recuerden que Míchel nos sacó del pozo el curso pasado. Plena confianza en él.