“El 99% de los rayistas habrían hecho lo mismo que yo en mi situación. Ojalá pudiese contar por qué me fui, pero si lo hiciese, jamás podría volver”. Fran Beltrán (Madrid, 22 años) es un rayista desterrado. Una figura que apuntaba a heredero del Santa Inés y, en un abrir y cerrar de ojos, pasó de ídolo a persona non grata. Nada más ascender aseguró que su sueño era jugar en Primera con la Franja, pero dos meses después estaba estampando su firma en un contrato con el Celta. Nadie jamás entendió su marcha; nadie jamás la explicó. Ni siquiera él. Pero es vox pópuli que algo pasó que no se cuenta.
El problema es que el secretismo, por X o por Y, le ha convertido a él en el malo de la película, hasta el punto de ser llamado “rata” o abucheado por la que un día fue su gente. Fran acepta, aliquebrado, su rol de villano, pero no puede evitar emocionarse al escucharse cantando una Vida Pirata. Y “se muerde la lengua” con Presa. Su historia reciente, con más pitos que flautas, está llena de incógnitas y contradicciones. Y a horas de regresar a Vallecas, concede una tarde, en exclusiva, a Unión Rayo. Para intentar explicar su silencio; dejar claro que, aunque le duelan en el alma, entiende los pitos; y que pese a que su familia le llame “loco”, él sueña con algún día volver a enfundarse la Franja.
#EntrevistaUR a Fran Beltrán
Han pasado ya tres años desde aquel verano de 2018 en el que hiciste las maletas. ¿Qué recuerdo guardas del Rayo?
¡Puff! Recuerdo todo, todo. El ambiente de Vallecas, la gente, lo que fue el club para mí. El Rayo es un grato recuerdo que jamás olvidaré.
Últimamente cuesta mucho ver canteranos en el primer equipo. Tú lograste subir esa escalera. ¿Cómo recuerdas esa etapa?
Fue todo muy rápido. Yo llegué al Rayo en cadetes, hice los dos años y al subir a juveniles, entré en dinámica de filial y primer equipo. Rapidísimo todo. Lo pienso y me parece increíble, porque es muy difícil conseguirlo.
¿Crees que se debería apostar más por la cantera?
Hay que dar oportunidades a la gente de la casa. Si yo pudiese darle un consejo a los chavales, sería que tirasen la puerta abajo. Que trabajen día a día y entrenen con ganas, siempre, porque la oportunidad acabará llegando.
¡Tú lo hiciste! Y formaste parte de aquel Rayo que subió a Primera en la 2017-18. Vaya año…
Son muchas emociones juntas. Subir con el equipo que te ha visto crecer, dado la oportunidad, es algo inexplicable. Tuve la suerte de coincidir con enormes profesionales, gente que llevaba mucho tiempo en el Rayo y algunos, incluso, a día de hoy continúan, como Trejo. Los dos años que jugué en el primer equipo fueron muy bonitos, incluso el primero, que nos tocó sufrir, para mí fue igual de emocionante. Logramos un ascenso, qué sensación…
Con sólo 22 años acabas de cumplir 100 partidos en Primera. Pero ninguno de esos ha sido con una Franja en el pecho. ¿No te queda esa espinita? El no haber jugado con el Rayo en Primera…
Pues claro que sí. Mira, dos meses antes de irme, di una entrevista en la que dije que mi sueño era jugar en Primera con el Rayo. Y no mentí, efectivamente ese era mi sueño en ese momento. Pero al final se dio una circunstancia por la que tuve que salir… Y el fútbol es así, hay veces que tocan cosas y no se puede hacer nada. Pero claro que tengo esa espinita; ojalá algún día pueda quitármela.
“Mi sueño era jugar en Primera con el Rayo, pero al final se dio una circunstancia por la que tuve que salir. Sigo teniendo esa espinita; ojalá algún día pueda quitármela”
¿Qué es lo que más echas de menos de Vallecas?
La gente del barrio, estar con mi familia, la afición… Tantas cosas. El Rayo es algo tan intenso, que si no estás como jugador dentro, no lo puedes explicar. Irme de Vallecas, para mí, fue como cuando un niño se va de casa. Significó alejarme de la gente que me había visto crecer.
Escucha esto, a ver si lo reconoces: él, micrófono en mano, liderando una Vida Pirata
Madre mía, madre mía…
Esa megáfono, esa voz; eres tú. Era increíble lo que tenías con Vallecas…
Se me ponen hasta los pelos de punta. Estoy orgullosísimo de haberlo hecho, de haber sido la voz cantante muchas veces de la Vida Pirata… No sé, no sé qué decirte. Qué mezcla de sensaciones.
Fran. ¿Por qué te fuiste?
Yo lo contaría, pero no puedo. Espero que la gente me entienda, porque yo quiero volver a jugar en el Rayo algún día de mi vida. Contarlo sería meterme en una guerra que no sería buena para mí, para el club, ni para nadie. Así que prefiero no decir el porqué. Mi familia, gente del vestuario y todos los que estuvieron allí lo saben, y con eso me conformo. Entiéndeme, si algún día quiero volver, no puedo decir nada.
¿Pero tu querías irte?
Yo dos meses antes lo tenía clarísimo: quería jugar en Primera con el Rayo. Y lo sigo diciendo, no me avergüenzo de ello. Pero en el fútbol a veces se dan circunstancias en las que no puedes aguantar más. Y te tienes que ir, buscar un sitio donde te valoren más y mejor. Fue una decisión muy dura, yo tenía 19 años, algo complicadísimo. Personalmente, y que cada uno saque sus conclusiones, yo dos meses antes, cuando ascendimos, no me quería ir.
En la presentación de Advíncula, Raúl Martín Presa dijo esto sobre ti: “Nos duelen más las formas que el que se vaya. La educación se tiene o no se tiene, y a las clases de ética has acudido o no. Donde no hay, no se puede pedir”. ¿Crees que estas declaraciones han contribuido a manchar tu imagen?
Mira… Me voy a morder la lengua. Todo el mundo sabe como funciona el Rayo y no quiero hablar mal de nadie, porque nunca lo he hecho. Que cada uno haga su autocrítica, sólo te digo eso.
“Yo contaría por qué me fui, pero no puedo. Espero que la gente me entienda, porque yo quiero volver a jugar en el Rayo algún día. ¿Presa? Me voy a morder la lengua”
Pero con toda esta opacidad, el desconcierto que sigue generando tu salida y el secretismo que lo rodea. ¿Tu entiendes que la gente, al no conocer lo que hay detrás, esté enfadada y te señale?
Yo puedo entenderlo, no, te digo más. ¡Yo lo entiendo, porque a mí me jodería también! Me jodería que un chaval tan joven, que ha subido desde abajo, se vaya así. Te pongo ejemplos, yo tengo amigos en Bukaneros con los que a día de hoy me sigo hablando, y me apoyan; luego hay otros aficionados que me pitan, insultan y meten con mi familia. A los segundos, hasta un cierto punto, los puedo entender. Pero bueno, cada uno es libre de opinar lo que quiera. Yo me dedico a jugar al fútbol y sé como es esta profesión.
Hay una frase que ya se la he escuchado a varias personas. Algo así como “algún día hablaré y cuando se sepa todo…”. Trashorras, por ejemplo, lo dijo después del Anoetazo. Y coincide con tu discurso. ¿Por qué cuesta tanto tirar de la manta? ¿Qué hay detrás tan grave que nadie se atreve a decir?
Mira, creo que voy a hablar también por Roberto (Trashorras). ¿Sabes lo que pasa? Que la gente que siente el club de verdad no quiere hacerlo daño. Y es mejor no decir nada, estar callado y dejar las aguas pasar. La gente que queremos al Rayo tragamos, tragamos y tragamos, sin decir nada malo. Igual que, en su día, hubo cosas que no gustaron en el vestuario y no dijimos nada. Porque queríamos al club.
“Yo entiendo al aficionado, porque a mí me jodería también. Pero la gente que sentimos el club de verdad no queremos hacerlo daño, y por eso tragamos, tragamos, tragamos…”
No sé…
Yo intento que la gente entienda mi posición. Fran Beltrán sigue siendo el mismo chico que iba lleno de ilusión hace años, llevo toda la semana con unas ganas increíbles de ir a Vallecas… ¡Aunque me piten, de verdad, aunque me piten! Yo visito Vallecas, hoy en día, y se me siguen poniendo los pelos de punta. Porque pisar ese campo me genera la misma ilusión que cuando era pequeño, tenía 17 años, o cuando debuté. Pero la gente no lo entiende, porque sólo ve lo que ‘hice mal’. Pero pongo la mano en el fuego de que el 99% de los rayistas habrían hecho lo mismo que hice yo en mi circunstancia. Si hubiesen vivido lo que me pasó a mí, que no puedo contarlo, habrían obrado igual.
Mira, yo he hablado con empleados del club que me han dicho, textualmente: “Por el bien del Rayo es mejor que no se sepa”. Pero no logro entender por qué puede ser peor tirar de la manta que no hacerlo. ¿No sería mejor destapar todo, aunque las cosas sean más duras a corto plazo, pero buscar un saneamiento a largo?
Sí, pero ya lo ves, te lo dicen hasta empleados. Gente que tienen hasta más constancia de lo que pasa. Porque nosotros estamos en un campo de fútbol y no nos enteramos ni de la mitad, pero ellos…
“Llevo toda la semana con unas ganas increíbles de ir a Vallecas… ¡Aunque me piten, de verdad, aunque me piten! Yo visito Vallecas, hoy en día, y se me siguen poniendo los pelos de punta. Porque pisar ese campo me genera la misma ilusión que cuando era pequeño, tenía 17 años, o cuando debuté. El 99% de los rayistas habrían hecho lo mismo que yo en mi circunstancia”
Este lunes es el día, vuelves a Vallecas. ¿Con qué cuerpo afrontas la visita?
Con mucha ilusión, de verdad, con mucha ilusión. Porque vuelvo al campo donde mi barrio me ha visto crecer. Tengo muchos amigos allí, pero dentro del terreno de juego seremos rivales, eso sí. Que gane el mejor.
La anterior vez que viniste el recibimiento no fue bueno, hasta el punto que rompiste a llorar de impotencia. ¿Qué recibimiento esperas esta vez? ¿Crees que, tal vez con esta entrevista, puede producirse algún cambio?
No, no, será igual de malo. Pero no pasa nada, yo lo entiendo. Me pongo en la posición del aficionado y a mí también me jodería.
Aquella vez hubo una imagen muy notoria: Alberto García, Trejo y Embarba, haciendo frente a los pitos, te cogieron en el túnel de vestuarios y sacaron de nuevo al césped…
Vale, aquí te voy a decir una cosa: ¿Cuándo has visto tu que una plantilla, entera, haga eso con un jugador que se ha ido? Yo no lo he visto nunca, nunca. Que cuatro capitanes cojan a un jugador y lo pongan delante de sus aficionados… Querrá significar algo.
Yo me pongo ahora mismo en la piel del aficionado, del que esté leyendo o escuchando esto, y este tipo de declaraciones rozan lo desesperante. Entendería al rayista que esté pensando: “Vale, muy bien, pero es que si no lo cuentas…”.
Efectivamente, y es lo que te he dicho antes. ¡Claro que puedo entender al aficionado! Y me puede seguir pitando, llamando rata o lo que quiera, que yo tengo la conciencia muy tranquila de haberlo dado todo, todo y más que todo por la Franja. Sé que he hecho las cosas bien. Es lo único que te puedo decir.
“¡Claro que puedo entender al aficionado! Y me puede seguir pitando, llamando rata o lo que quiera, que yo tengo la conciencia muy tranquila de haberlo dado todo, todo y más que todo por la Franja. Sé que he hecho las cosas bien”
Háblame de la directiva del Rayo, más allá de tu caso. ¿Qué opinión tienes?
Yo sigo la información del Rayo, sigo varias cuentas activas, tengo amigos a los que pregunto constantemente y estoy atento… Y las cosas no cambian, las cosas no cambian.
En materia deportiva. ¡Vaya año en Vallecas, soñando con Europa!
¿Te contesto como aficionado o como rival?
Dale a las dos.
Como aficionado, increíble. Están haciendo una temporada impresionante. El año pasado estaba de vacaciones en Mikonos, comiendo con mi chica, y tenía el partido del playoff de ascenso puesto. Desde ahí llevan una racha espectacular. Jugando muy buen fútbol, mucho.
“El año pasado estaba de vacaciones en Mikonos, comiendo con mi chica, y tenía el partido del playoff de ascenso del Rayo puesto”
Y ahora como contrario…
(Ríe) Bueno, es un equipo muy fuerte que nos va a poner las cosas muy difíciles. Nosotros venimos de hacer partidos muy buenos en los que no sacábamos resultados. Hemos estado mal de cara al gol. Pero creo que será un partido bonito que todo el mundo va a disfrutar.
¿Si marcas, lo celebrarás?
No, no, ni pensarlo.
Para ir acabando. Tu no titubeas al hablar de que te gustaría, en un futuro, volver al Rayo. Lo tienes clarísimo.
Mi familia me dice que estoy loco, que como voy a volver. Pero yo les digo que me da igual, que si algún día tengo que hacerlo, lo haré. No se me caen los anillos. Es algo que siento y si en un futuro es posible un regreso, el club quiere y la gente quiere, yo regresaré para volver a darlo todo. No creo que sea algo que vaya a darse a corto plazo, pero a largo…
“Mi familia me dice que estoy loco, que como voy a volver. Pero yo les digo que me da igual, que si algún día tengo que hacerlo, lo haré. Si en un futuro es posible un regreso, el club quiere y la gente quiere, yo regresaré”
La última. Dile algo al rayismo, un mensaje, lo que quieras… Si te ha quedado algo por decir.
Que si a alguien le he hecho daño, lo siento, lo siento mucho. No dejo de ser aquel chico de Vallecas que salió de abajo. Mi amor por la Franja sigue siendo el mismo, intacto. Pero en el fútbol, a veces, surgen circunstancias que no se pueden explicar. Todo pasa por algo… Y ojalá en un futuro pueda reencontrarme con ellos.