Ser aficionados del Rayo no es sencillo y el protagonista de esta historia, al que llamaremos Juan (prefiere mantener su identidad en el anonimato) es buena prueba de ello. Juan es abonado del Rayo Vallecano desde hace tres años. Un ejemplo más de un aficionado franjirrojo que se une a la masa social cuando se baja de primera a segunda y no al revés. Pero eso no le ha servido para librarse de la mala experiencia por la que todos los aficionados han pasado en lo difícil que se ha convertido acceder a un estadio de fútbol en los últimos años.
Normas arbitrarias que cambian de semana en semana, coordinadores de seguridad enfrentados con aficiones, pérdida de derechos como ciudadano… De casi todo esto sabemos bastante por Vallecas. Y ahora Juan lo ha comprobado en sus propias carnes por el tremendo error de intentar llegar a un partido laborable a las 7 de la tarde con sus libros y su portátil después de haber estado trabajando en su doctorado.
“Nunca había tenido ningún problema. Hasta el otro día. Yo no sé si se piensan que la gente no trabajo o no estudia para poner un partido a esa hora. Venía de estudiar y de una manifestación en Vallecas por lo público y no pude pasar por casa. Tampoco es algo que suela hacer porque es pesado ir cargado con libros y un portátil. Cuando llegó a la puerta 15 hay una cola tremenda para entrar. Quedaban 5 minutos para que empezara el partido cuando entro, le enseño la mochila a la seguridad y les aviso de lo que llevo” narra Juan sobre el inicio de su odisea.
“La chica de seguridad me dice que va a consultar con su superior si puedo entrar. Al cabo del rato vuelve y me dicen que no puedo entrar. Fue entonces cuando pregunté la razón y con quién podía hablar para solucionarlo. Vino el coordinador y me dijo que era un objeto voluminoso y no podía entrar. Pedí una hoja de reclamaciones y que me explicaran el motivo. Entonces me llevaron hacia la zona donde estaba la policía Nacional con una actitud bastante violenta y me retuvieron. No entendía esa actitud. Lo único que pedí fue una hoja de reclamaciones y que me explicara la normativa en la que se basaban. La única solución que me dieron fue que llevara mi mochila a las consignas del Alcampo que está junto al estadio. No entiendo como un campo de primera división no tiene un servicio de consignas que ya existen en otros estadios” explica el protagonista de la historia.
Me expulsan del #EstadioDeVallecas por llevar una mochila con libros y un portátil, un miércoles a las 19:00 horas. Ante mi negativa la seguridad del @RayoVallecano no me muestra la normativa. Indefensión absoluta del aficionado @AccionistasADRV @FASFEaficion #RayoAthletic
— Jedi (@Jedi1515) October 24, 2018
La cosa se podía haber quedado en otro vergonzoso incidente más como los que sufren cada 15 días muchos rayistas pero a Juan aún le quedaba otro bochorno que pasar: “Me fui a casa, dejé los libros y el portátil. Llegué 5 minutos antes del descanso y tuvieron que avisar al coordinador para que pudiera volver a entrar. Cuando vino lo que les dijo a la seguridad fue que me cachearan bien. Ahí ya me encendí. Le dije que su obligación era la de informarme de mis derechos y enseñarme la normativa. Fue entonces cuando me señaló un cartel y me preguntó si no sabía leer. Le contesté que me había echado precisamente por llevar libros. En el cartel ponía que estaban prohibidos objetos voluminosos pero un móvil también puede serlo”.
Después de toda esta odisea Juan pudo acceder por fin al encuentro en pleno descanso: “Lo grave fueron las formas, la actitud, la arbitrariedad de la ley del deporte y el hecho de que un equipo como el Rayo Vallecano no tenga unas consignas. FASFE (Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español) me ha escrito para preguntarme si quiero poner una reclamación“.
Vuelvo al estado (sin portátil) el responsable de seguridad @RayoVallecano pide que me hagan un cacheo exhaustivo, digo que su obligación es informarme donde reclamar…
me dice que si sé leer. Le digo que por eso me ha echado por llevar libros. @AccionistasADRV @FASFEaficion— Jedi (@Jedi1515) October 24, 2018
Las quejas de la afición ejemplificada con la historia de Juan: falta de comprensión y diálogo en una situación excepcional y en la que “te hacen sentir como a un delincuente o un terrorista“