El Rayo visitaba La Pinilla, el estadio del CD Teruel. Hacía más de 30 años que no iba un equipo profesional, el último fue el Málaga en la temporada 87-88. El once de los de Iraola era de rotaciones: Volvía Morro a la titularidad, primer partido de Mario Hernández después de pasar el COVID, primera titularidad de Bebé y un 4-4-2 con dos puntas: Ulloa y Qasmi.
Además, como detalle, había cuatro canteranos en el once: Mario Hernández, Joni, Morro y Martín. Ya en la primera mitad se vio el primer detalle con Morro vistiendo una camiseta completamente negra. En el minuto 38 llegaría el primer gol del Rayo y el primer gol de Iván Martos este año. En el minuto 43 el jugador del Teruel, Apa se lesionaba, aunque podría continuar, y el árbitro haría un bote neutral.
Al descanso, se vio como los jugadores calentaban y Catena lo hacía con más intensidad, era el primer cambio de Iraola. El Teruel haría tres cambios al descanso. En el minuto 53 Bebé tiraría una falta, su golpeó le pasó una mala pasada ya que golpeó en Christian Belenchón dejándole en el suelo. En su reincorporación al terreno de juego fue aplaudido. Pero el verdadero susto llegó en el minuto 61 ya que Adrián Hernández se quedó inmóvil sobre el suelo, afortunadamente fue solo un susto. Su cambio fue curioso, no pusieron la tablilla de los cambios.
Iraola buscando el segundo y metió a Antoñín, como detalle, Luca le lanzó la camiseta al delantero desde la grada y Marc Echarri calentó pero finalmente no salió. El que sí debutó fue Iker Recio, primer partido del canterano. Solo cuatro minutos después, en el descuento, llegó el empate del Teruel y una nueva prórroga como el año pasado.
El banquillo del Rayo pedía el gol y a los tres minutos llegó el de Antoñín, con taconazo de Qasmi. Tan solo quedaba aguantar pero el Teruel sorprendió al Rayo con una jugada de estrategia. A pesar de no poder entrar público los alumnos del Colegio Mayor que estaba al lado del estadio, se agolpaban en las ventanas. Además, se veía a gente a los balcones.
Óscar Valentín entró antes de comenzar la segunda mitad por Mario Suárez. En el minuto 108 el árbitro expulsó a Cabetas, capitán del Teruel por una entrada a Qasmi y fue expulsado otro miembro del banquillo local. Cuando ya se acaba el partido llegó la magia de la Copa y la locura del Rayo. Iván Martos centró, Qasmi remató de cabeza y Óscar Valentín, como ya ocurrió el año pasado en Tarazona, marcó el gol del milagro. Su primer gol de la temporada que lo celebró con un corazón.
Gol que sirve para seguir soñando en la Copa, siguiente rival el ganador del partido entre el Haro Deportivo y el Linense.