LA ESCUADRA
Como un día sin pan. La plantilla del Rayo Vallecano es larga… muy larga… interminable. La operación salida franjirroja se atascó hasta tal punto que no se logró dar salida prácticamente a nadie. Ni con vinagre y bicarbonato, el ‘milagroso’ mejunje que utilizaba mi abuela para desatrancar los desagües.
Lass, sin ofertas. Javi Guerra, con una ficha estratosférica. José León, sin ficha en el primer equipo. Seis centrales. Canteranos que han tirado la puerta. Todos hacen que haya unos 30 futbolistas en cada entrenamiento que dirige Míchel. Superpoblación. Y todavía quedan huecos…
Me preocupa seriamente que no quepan en el autobús cuando se tengan que desplazar. Como si lo viese… cada uno en su coche parando en estaciones de servicio a tomar un pic-nic camino a Huesca. Muy campechano. La escena merecería la pena, no me digáis que no…
Está claro que algo no ha funcionado. En parte por obligaciones como la llegada de José León en propiedad dentro de la operación RdT y en parte por la propia situación del mercado. Lo cierto es que ahora hay un serio problema de overbooking.
Más allá de todo esto, creo que la plantilla es muy muy buena. El Rayo será competitivo. Lo digo desde ahora. Las dudas y los quebraderos serán para Míchel, que tendrá que elegir. Eso sí, partido tras partido, muchos jugadores se quedarán en la grada y, partido tras partido, muchos se quedarán sin disputar un solo minuto. Sólo queda rezar porque esto no influya en el buen ambiente del grupo.