La primera vez que intenté dejar de fumar me armé de moral y tras fumar el penúltimo pitillo abrí el muy famoso libro de Allen Carr “Es fácil dejar de fumar…si sabes como”. Leí algunas páginas hasta detectar que el tipo se había aprovechado de mí como de los cientos de miles de desgraciados que fueron estafados por las tabaqueras.
Ganar al Real Madrid es como dejar de fumar, no se intenta, se hace y punto. Un día te levantas, mandas la cajetilla de veneno al carajo y se acabó. Una noche de lunes sales decidido a comerte a campeón de Europa invicto en liga y lo haces. Da igual que los de negro sean mejores. Da igual que el de rojo a veces parezca de los de negro. No importa que con media ocasión y un millón de talento y suerte te hagan dos goles. Es cierto que al tercer día le diste una caladita a un piti pero inmediatamente lo tiraste y si la abuela fuma te repones, vuelves a comerte al campeón de Europa y le aprietas las tuercas hasta que te felicita por la victoria.
Para ganar al Madrid hay que correr más, jugar mejor, tirar más, pegar más, acertar muchísimo más y equivocarte muchísimo menos. Todo eso lo hizo de un modo escandaloso, tanto que convirtió a los magos del momentum en delanteros fallones, a los artistas del regate en ridículos provocadores, a los portentos físicos en jugadores desaparecidos y a los metegolazos en “cuelapelotas” en balcones. Cómo sería la noche que el arquero negro pareció por momentos un apurado cazamoscas y el tuercebotas de la banda izquierda quiso vacilar con un caño al pipiolo delantero franjirrojo. Este lo mató con la mirada provocándole una sonrisa nerviosa, acobardada a un pelotero físicamente superdotado.
El cerebro del líder, el monje de casi cuarenta años que corre como si tuviese veinte pareció tener cuarenta y su guardaespaldas, un armario ropero virtuoso con el balón no apareció.
Tanta tinta se gasta en ellos que aquí hemos cometido el mismo error. No se repetirá. O al menos lo intentaremos.
Un auténtico Rayo
En dos minutos el visitante demostró un talante irresponsablemente irrespetuoso con el rival. El saque de centro fue un intento de regatear desde el medio hasta donde le dejasen de Rodrygo y en la primera falta recibida por su equipo el “faltón de oro”, carente ayer de fútbol se dedicó a buscar las cosquillas a rivales y grada. Alerta spoiler: No le salió.
Creo que fue Santo Tomas de Aquino (el que marcó en el Bernabéu no, otro) el que dijo que la “justicia es dar a cada uno lo suyo” y esta claro que esta vez la bordó porque le dio una pelota para proteger a Valentín, a Comesaña un balón para girarse y abrir, a Balliu campo para progresar, a Isi el balón para medrar, a Lejeune y Catena para cambiar de lado, a Fran para dársela al jefe, a Trejo para esconderla, atraer y buscar a Álvaro, a Álvaro para prolongar a Fran, a García para ponerla en el punto de penalti y a Comesaña para anotar de zurdas al palo largo. Si tenemos en cuenta que el portero sacó en largo al inicio de la jugada todos participaron en el primer gol de la franja salvo Camello, que ocupó lo suficiente a Alaba para distraer su atención. Un gol tan coral y combinativo que sorprendió a los visitantes, convertidos durante un tramo largo en convidado de piedra ante la ambición franjirroja.
Banda de ladrones
Conocido el “sambenito” que los que no salieron del interior de la M30 colocan a los de Valle del Kas, los jugadores de la selección del barrio del sureste de Madrid se empeñaron en demostrar su certeza en el verde y Oscar Valentín, el Butch Cassidy de Ajofrín, Toledo, inició una serie de robos con premeditación, alevosía e incluso en ocasiones con fuerza que pudieron acabar en gol tras la intervención de Sundance Kid Trejo, El Estudiante Camello o Algarrobo Álvaro García entre otros que requirieron el trabajo ímprobo de Tintín Courtois.
La pena negra
Los tuiteros mas avezados incluyen dos imágenes juntas para ilustrar o explicar una idea. Los diez minutos que pudieron provocar la noche negra en Vallecas vinieron forjados por dos acciones, su desarrollo, interpretación, juicio y conclusión.
La primera de ellas fue el empate negro, (los de blanco y rojo son los nuestros, Domingo). Marco Asensio se adentra en el área, nota el contacto imprudente y evidente de Fran, se ve rodeado por Catena y decide jugar la baza del posible penalti con su caída. Asensio insiste hasta que el árbitro ve su escudo, los comentaristas televisivos hacen presión y Medié llama a Munuera y dice, “míralo, que la liamos”. VAR, penalti, empate.
La segunda un saque de esquina en el que Militao empuja muy levemente a Lejeune, como hace en baloncesto un base para separarse del rival y Florian, despistado, superado, perdida la acción decide jugar la baza de la caída. Los comentaristas televisivos no hablan de posible falta de Militao sino de enorme poderío del zaguero de los de negro. Nadie se plantea revisar la jugada. Gol . 1-2.
Young hearts run free
Quien no conozca a los jugadores de la franja diría que el sorpasso de los de negro los llevaría al luto pero de eso nada, monada. Los del Rayo Vallecano sangrante en el pecho sacaron las pistolas, los cuchillos, las piedras, las hondas y con esa “violencia de extrarradio” percutieron, arrinconaron, empotraron al campeón de Europa hasta que Álvaro García rompió las manos del portero imbatible para empatar el partido.
Papeles perdidos
El futuro balón de oro patrocinado por los mass media no tuvo su noche. El error de la zaga del Rayo de cada día no fue aprovechado por el 20 madridista que tras pasar la primera parte golpeando rivales, provocando a la grada y demostrando a quien tenga ojos en la cara que de pobre victima no tiene nada tuvo un balón fácil a su nivel de excelente futbolista para adelantar a su equipo. No lo consiguió.
Rodrygo, goes
Tan claro como que el Rayo fue mejor fue que con el acierto habitual de Rodrygo los de negro hubieron goleado. Tampoco ocurrió.
La espoleta
Pareció que los de negro arrancaban mejor pero el caño de Fran García a Federico Valverde devolvió a la franja allí, al verde.
Chiste sin gracia
Minuto 53. Tchouameni falla un control en su área , Camello le roba la cartera, protege el balón y en la narices de Munuera, Aurelien barre a Sergio. Penalti obvio, evidente. No hay VAR. El analista televisivo dice que “el arbitro interpreta” y sin que nadie le pregunte “la de Asensio sí es clara”. En fin.
Francismo
García centra una vez y otra, llega para ponerla a Camello que la manda fuera, dispara desde fuera provocando el despeje de Courtois y el córner, que no es señalado por el árbitro y protestado por el lateral. No solo por él…
La espoleta parte 2
Andoni Iraola protesta al árbitro como éste sanciona las amarillas por reiteración. Le hace el gesto de “una, otra, otra” alterado pero dentro de sus cabales. Munuera decide echarlo. Seguro que se arrepintió.
Francismo parte 2
Quizá no lo recuerden pero a la salida de un córner en propia área, Fran García suelta un pase en diagonal de mas de cincuenta metros, Carvajal falla en el despeje, Álvaro intenta superarlo y lo que ocurrió a continuación te sorprenderá.
La divina comedia
El lateral de los men in black redondea su actuación con una mano dentro de su propia área tan evidente para todo el mundo como inexistente para el trencilla y dudosa para los comentaristas televisivos (una más). El árbitro de la sala VOR le dice a Munuera “ande vas, miralá” y Carvajal se ve en el purgatorio con el penal, pero pasa en unos segundos del cielo al infierno ,ya que el máximo castigo ejecutado por Trejo es detenido por Courtois y ordenado repetir por el de rojo. Mientras el comentarista televisivo una vez más detiene su mirada en el pie izquierdo levemente adelantado de Courtois de la línea de gol y afirma que su pié está sobre la raya (¿¿¿???) se ve en la imagen que Carvajal se interna en el área antes del disparo del Chocota.
Munuera, con dos motivos a falta de uno señala de nuevo el punto de penalti y esta vez el eterno capitán, apoyado por la grada, no perdona (3-2).
Cuando el 21 se convirtió en el 20
Los de blanco (con franja roja) superaban a los de negro y el 21 madridista, ángel frustrado se convirtió en su compañero, el malencarado y maleducado 20, pero como no sabe hacerlo golpeó sin sentido a Catena. Vio la amarilla.
Balliu
Como frenar al 20 de los de negro y no morir ni ser expulsado en el intento, el musical. Sin palabras.
Wallapop charrúa
El ingenio vallecano no tiene límites. En el campo y fuera de él. Hasta el 80 la franja continúo asaltando el área rival, luego se ve perdonado por el 20 de los negros que falla en boca de gol y finalmente los de Ancelotti buscan el efecto Valverde. El disparo de Fede, que como el resto de sus compañeros no tuvo su día, acaba en uno de los balcones de Teniente Muñoz Díaz. Para los interesados, el balón está en venta en Wallapop.
Es fácil ganar al Madrid…si sabes cómo
Solo hay que marcar un gol más que ellos, que tengas un buen día, que ellos lo tengan malo, que no te haga mella el de rojo, que no sufras con la expulsión de tu “mister” ni te la líen en el 99″. En Liga no lo había hecho nadie. Hasta ahora.
PD: Ver a Falcao defender su área como un jabato es amor de barrio.
Matagigantes.