El Rayo Vallecano perdió de forma contundente en Balaídos (3-0 ante el Celta de Vigo) y coincidió con un resultado en el que los franjirrojos también cayeron de forma estrepitosa fuera de casa 17 jornadas antes ante el Almería. En ambas ocasiones se repitió un mismo factor: Iraola realizaba cambios en el once titular y Óscar Valentín comenzaba el partido en el banquillo.
Sin lugar a dudas, el mediocentro es una pieza clave en el esquema del técnico vasco. Aunque al principio de la temporada fue una posición muy reñida por la competencia interna, el de Ajofrin ha logrado ganarse el puesto y desde su suplencia en los Juegos del Mediterraneo, ha jugado todos los partidos de titular en los que ha estado disponible.
Ante el Celta, el Rayo echó en falta un mayor control del medio del campo que carecía de inspiración, mientras que el conjunto celeste apretaba a los franjirrojos en busca del primer gol y llegó en la segunda parte por partida doble cuando mejor estaba el conjunto vallecano.
Tras ese jarro de agua fría, Iraola introdujo a Óscar Valentín en el minuto 58′ al terreno de juego por Santi Comesaña, pero el partido ya estaba visto para sentencia y su entrada no aportó una nueva cara al equipo que dejó claro que no era su mejor día.
