
En el último día de mercado de invierno de la temporada 2016-2017 (31 de enero del 2017), el Rayo Vallecano cerró el fichaje (en modo de cesión) de Roman Zozulia; procedente del Real Betis.
Horas antes de finalizar el mercado de fichajes, los aficionados del Rayo había advertido a través de redes sociales del comportamiento del futbolista vinculado con presuntas ideas neonazis. El club vallecano, según aseguró días después, realizó una investigación durante esas horas previas y determinó que no había nada grave para no firmarle.
Zozulia, al día siguiente de su fichaje, se presentó en Vallecas para entrenar a las órdenes del entonces técnico Rubén Baraja. Pero no llegó a vestirse de corto. Varias decenas de aficionados del Rayo Vallecano acudieron a la Ciudad Deportiva para protestar por el fichaje del ucraniano. El futbolista terminó marchándose por la puerta de atrás del recinto vallecano.
El delantero lanzó un comunicado negando las afirmaciones que se le acusaban y regresó a entrenar a Sevilla con el Betis mientras se decidía sobre su futuro. Organismos como LaLiga y AFE intervinieron y mostraron su apoyo al futbolistas. Fue un caso mediático durante días y mucha ‘gente del fútbol’ opinó al respecto.
Por su parte, la gran parte de la afición del Rayo Vallecano protestó en el estadio de Vallecas antes de un partido. El slogan “Zozulia not welcome” fue usado para mostrar el rechazo por el fichaje del atacante.
Los días fueron pasando. Zozulia, ya en Sevilla, tomó la decisión de no querer jugar en Vallecas tras el recibimiento de la hinchada franjirroja; y Betis y Rayo comenzaron una ‘disputa’ para ver qué equipo se hacía cargo de la ficha del jugador lo que restaba de temporada.
Un mes después, a principios de marzo, Betis y Rayo acuerdan la rescisión de contrato de Zozulia. El ucraniano deja de pertenecer al Rayo Vallecano tras un mes donde no llegó ni a entrenar con el equipo franjirrojo.
