40 años después, la entidad franjirroja disputaba unas semifinales de esta competición. El conjunto de Andoni Iraola realizó una gran competición y mantuvo viva la ilusión de todo un barrio durante los 180 minutos de la eliminatoria.
Valentía, coraje y nobleza derrochó el conjunto vallecano, junto a su afición, en el partido de vuelta. Más de 400 rayistas se dieron cita en el feudo bético, para arropar al equipo e intentar llevar en volandas al Rayo Vallecano para la final, pero no fue posible.
El club franjirrojo, por tanto, deberá centrarse en LaLiga Santander para conseguir el objetivo inicial de la temporada: la permanencia. Mientras tanto, el aficionado rayista siente orgullo por la gran competición de su equipo y la buena temporada que está realizando el conjunto vallecano.
La hinchada vallecana jamás dejará de lado al equipo, ya que siempre estará en las buenas y en las malas, como reza uno de sus lemas. Soñar despierto, Rayo Vallecano.