En el minuto 19 del partido entre el Rayo Vallecano y el Huesca se adelantaba el conjunto visitante. Dicho gol, tras ser revisado por el VAR no era válido para subir al marcador.
Un centro lateral desde línea de fondo era rematado por Okazaki. El jugador nipón del conjunto aragonés adelantaba a su equipo, pero poco antes, en esa misma jugada, utilizaba uno de sus brazos para llevarse el balón.
Cuando los jugadores del Huesca estaban celebrando y el Rayo Vallecano se preparaba para empezar la remontada, el árbitro, Saúl Ais Reig, tenía que acudir a revisar la jugada. Después de observar las imágenes señalaba la invalidez del gol, volviendo al empate a cero, hecho celebrado por el Estadio de Vallecas