EL TERCER TIEMPO
El Rayo Vallecano ha arrancado la segunda vuelta con ganas, y sobre todo, con esperanza. Tras una floja primera vuelta, solamente maquillada por los tres triunfos consecutivos en los tres últimos partidos, los de Míchel encaran la segunda parte del campeonato con la moral intacta.
El Rayo se salva
Después del pésimo inicio de temporada, de una primera vuelta en la que el equipo a ido claramente de menos a más, el Rayo Vallecano calibra. Míchel dio con la tecla cambiando de sistema, poniendo tres aguerridos zagueros en la retaguardia para proteger al macedonio. Y a partir de ahí, …, el equipo creció.
Pese a ello, creo que ha habido fases en las que se ha generado buen fútbol y se han hecho buenas cosas, pero los errores penalizaban mucho al conjunto franjirrojo. Ahora, con 18 partidos en el horizonte, las sensaciones que desprende este Rayo Vallecano son de “¡sí se puede!”.
Una segunda vuelta llena de esperanza. Una segunda mitad del campeonato en la que el equipo de Míchel genera optimismo. Daos cuenta cómo cambia el fútbol en cuestión de semanas. Un día estás en las catacumbas, y al otro subes al Olimpo. Por eso, resulta obvio que no hay que conformarse y relajarse, no se deben bajar los brazos porque todavía no se ha hecho nada. El equipo sigue sumido en puestos de descenso, y tiene que continuar con la escalada para respirar y tomar oxígeno.
Quizás, el empate de la jornada pasada ante la Real Sociedad haya servido de escarmiento: no podemos relajarnos. No se vosotros, pero tras el 2-0 noté ciertas dosis de relajación, tanto en el césped como en la grada. Creo que eso no podemos permitírnoslo, hay que luchar cada minuto que estamos en Primera División y aquí no se regala nada. Nada.
Los brotes verdes de este Rayo Vallecano están ahí. Las buenas sensaciones están ahí, aunque hay algo que me preocupa: pese al cambio de sistema y la defensa de cinco, el equipo ha concedido cuatro goles en los dos últimos partidos. Ojo a eso. Pero tranquilidad, que este Rayo se salva.