El guardameta Toño Martínez anunció ayer su retirada del fútbol tras más de 20 años de profesional. El portero cerró su etapa sobre los terrenos de juego tras tres temporadas en el Rayo Vallecano.
Llegó como tercer portero
El veterano jugador llegó a Vallecas como tercer portero en la temporada 2014-2015 para estar a las órdenes de Paco Jémez. Martín Presa decidió su fichaje tras el cierre de mercado, un 1 de septiembre, y tras estar el guardameta libre. El portero, que llegaba procedente del Elche, competiría con David Cobeño y Cristian Álvarez por la portería del equipo franjirrojo.
En la jornada seis ya se haría con la titularidad debutando en el Ciutat de Valencia en la victoria del Rayo ante el Levante (0-2). En dicha temporada sería el portero que más partidos jugaría con 21 encuentros disputados mostrando a la afición vallecana su potencial.
A la temporada siguiente, la 2015-2016, Toño partiría como titularísimo del equipo compitiendo con Juan Carlos. Tuvo un comienzo de campaña espectacular. En Vallecas aún se recuerdan grandes paradas como en la primera jornada ante Santi Mina y Negredo. A sus 35 años Toño era un ídolo.
Pero la mala suerte se le cruzó en el camino del portero rayista. En la jornada 11, el alicantino tuvo que salir sustituido durante un Rayo – Granada por problemas en su rodilla izquierda. Días después se confirmó el peor pronóstico. El guardameta sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior y se perdió lo que restaba de campeonato.
Aquel año el equipo terminó con el descenso a Segunda División. Muchas fueron las voces autorizadas y no autorizadas que afirmaban off de récord: “Si Toño hubiera estado, no se hubiera descendido”.
Segunda División
Comenzaba la temporada 2016-2017 con la lesión ya olvidada y con el deseo de volver a los terrenos de juego. José Ramón Sandoval contaba con él hasta el punto de nombrarle entre uno de los capitanes del vestuario para aquella temporada.
Toño volvió a iniciar como titular aunque se notaba que no era el mismo. Un error suyo condenó al equipo en una derrota ante el Mirandés en la jornada 5. Nadie sabía que pasaba, si se había contagiado con un equipo que había empezado mal el campeonato o no había cogido la forma en pretemporada. Hasta que tras el partido en el Carlos Tartiere (jornada 9), el portero tuvo que parar. El alicantino empezó a entrenarse al margen de sus compañeros y unas molestias le apartaban de las convocatoria futuras.
Un 15 de noviembre de 2016 Toño anunció en su instagram una nueva y no esperada operación. El guardameta volvía a pasar por quirófano en la misma rodilla en la que había sido operado hacía un año. El portero rayista volvía a iniciar su recuperación.
Terminó la temporada y el Rayo inciaba un nuevo proyecto ya con Míchel en el banquillo. El club señalaba que Toño era futbolista del Rayo Vallecano y estaban esperando a que el guardameta tomase una decisión ante su situación tan complicada. En agosto se tomó la decisión de la retirada del guardameta rayista. El club vallecano calló y Toño tampoco quiso aclarar su situación hasta el día de ayer.
Toño apenas disputó 39 partidos con el conjunto rayista, encajando 51 goles en contra. Pero su huella ha quedado bien marcada en Vallecas. Cercano a la hinchada y volcado en temas sociales, se hizo en poco tiempo en una de las referencias de la afición franjirroja.
Siete meses después Toño se despidó de la afición del Rayo Vallecano. Un final inmerecido para uno de los últimos ídolos en la portería rayista. Adiós al último gran portero del Rayo Vallecano.
