OPINIÓN
Habiendo dejado madurar mis impresiones de este último partido y vistas las 4 jornadas del Rayo Vallecano de Iraola, se ha visto una clara evolución con respecto al año pasado, a mi entender por supuesto, en varios aspectos.
Primero, defensivamente. Estamos hablando de una defensa que poco o nada conoce la primera división y nos encontramos con uno de los mejores despejadores de la Liga, unos resultados estadísticos que dicen mucho del buen hacer tanto técnico defensivo como táctico del equipo.
El año pasado veíamos mucha más predisposición a tener el balón, algo instaurado hace tiempo en el Rayo pero que, mal ejecutado, aburría más que divertía (que para eso está este lindo deporte). En cambio, ahora con la llegada de músculo al centro del campo, vemos transiciones mucho más rápidas, que ya se empezaron a ver en el Play off y en ciertos partidos. La llegada de Pathé Ciss, que se ha amoldado perfectamente a la plantilla, ha permitido un cambio de posición clave para mi y es la figura de Oscar Trejo. Si bien es cierto que la temporada pasada ya le veíamos de media punta, en muchos encuentro era el quien ayudaba en la salida de balón en los primeros cuartos del campo. La llegada de Pathé y el acierto en los pases de Santi Comesaña a permitido que Trejo pueda estar más cercano al área rival donde desarolla un trabajo parecido a años anteriores pero con mayor incidencia en el ataque. Primero por fijar jugadores en él, generando espacios en las bandas para que puedan ser más verticales los extremos y segundo por su gran habilidad para robar y proteger balones con el cuerpo, que en esas alturas del campo genera el doble de peligro.
Lo comenté a principio de temporada pese al 1-0 de la Real Sociedad. Es un equipo con muchos registros. Que sabe sufrir y salir rápido, trabaja bien el balón parado (aunque creo que pese a los buenos cabeceadores no es su mayor virtud) pero también sabe dominar con posesión cuando toca.
En cuanto a debilidades, creo que de cara al gol, esperando rendimiento de Falcao, no estamos acertados. Generamos mucho y marcamos muy poco. Y queriendo ver el vaso medio lleno es una buena señal, porque se genera y si se genera quiere decir dos cosas 1. El gol está siempre cerca, cosa que no podíamos decir años atrás y 2. El balón no está cerca de nuestra portería, por tanto hay menos posibilidades de encajar. Porque viendo las estadísticas de este último partido y las sensaciones que me dió, estamos hablando ya de algo subjetivo y no demostrable, el Rayo debió ganar el encuentro. Los penaltis y las decisiones arbitrales están ahí siempre e igual que nos complicaron la vida en Sevilla, San Sebastián y En Valencia en esos mismos campos nos dio vida, por ejemplo el gol anulado ayer que hubiera supuesto el 2-0, por fuera de juego o, quién dice que no nos hubieran denegado el gol de Sergi Guardiola por un fuera de juego mal pitado, porque era justo, a Bebé.
Las cuestiones arbitrales siempre saldrán a relucir y depende de la orilla se verán con mejores o peores ojos. Pero una cosa está clara, este Rayo no se rinde. Este Rayo Ilusiona y este Rayo, sin duda, va a ser recordado.