En los días que Joaquín se casó con Jimena el Rayo Vallecano volvió a dar pena. Ya no será para dar trabajo a Proserpina, pero sí, contrajo nupcias Sabina, no creo que vuelva a cantar “Aves de paso”. Reproduzco unas líneas del marido de la Coronado:
Como pañuelos cura-fracasos
A la misteriosa viuda de luto
Que sudó conmigo un minuto
Tres pisos en ascensor
A la intrépida “cholula” argentina
Que en el corazón con tinta china
Me tatuó “peor para el sol”.
El Rayo visitó Alcorcón y como de costumbre recibió un revolcón. Lo hizo siempre que pareció inesperado, salvo para un amigo y rayista veterano que escribió en Twitter .
“Min. 19. Dominio absoluto del Rayo con dos clarísimas ya de Qasmi en buenos pases de Luna y Tito. Me siguen sobrando metros de Trejo que luego se echarán de menos. La pena es que uno sabe que el Alcorcón la tendrá antes o después en una caraja clásica de los de atrás“
Dicho y hecho. Comesaña, en duermevela de tres cuartos de campo, lento como el caballo del malo pierde el balón, confía en que su paisano Iglesias Villanueva cobre falta pero no, ningún jugador se rebela, nadie agarra o da una mala patada para frenar aquello y el defensa que cierra, sí, Saveljich, que está a cincuenta metros de su arco y a treinta del rival no es capaz de, viendo de frente la jugada y al pasador dar el pasito adelante que condena la jugada al fracaso del fuera de juego (esto me suena haberlo escrito hace poco pero, oh dolor, es que ha vuelto a ocurrir) y prefiere, creyéndose su compañero Advíncula, correr hacía atrás como pollo sin cabeza solo pensando en justificarse. Aunque lo esperaba, no lo podía creer. Parecía una obra de Oscar Wilde. Entre tantos “Dorian Gray” surgió la comedía “La importancia de llamarse Ernesto”. Alguno confió en que, como en la última chanza del británico , Ernesto no existiese pero este solo tuvo que correr para demostrar su presencia y adelantar a los locales (1-0).
Coco Basile le dijo a Gil “Yo me cago en el contrato”. A algunos muchachos la vinculación con la franja les caduca el 30 de junio y para qué mas. Me refiero a la que se firma en un papel que más ceros a la derecha de los que muchos nunca veremos y con algunos que no se reflejarán en asientos contables.
Quedaba pues por ver si el equipo tenía orgullo, ahora que es el momento, pero gran parte de los jugadores franjirrojos sitos ayer en la Avenida Pablo Iglesias de Alcorcón solo tienen talento. Ya lo dijo Robert de Niro en “Una historia del Bronx“. “No hay nada mas triste que el talento malgastado”. Los chavales juegan bien , su entrenador lo sabe y por eso , en lugar de dar indicaciones como hacía su colega local en la pausa de hidratación da aspavientos. De presión tras pérdida nada, de estrategia menos, de vigilar a los puntas rivales para evitar sus contras menos…jueguen, jueguen, muevan la pelota que solo con su calidad seguro que lo sacan. Parece el Barça de Setién, pero al menos ellos ( o al más) tienen a Messi. La gracia es que este Rayo, cuando ya no esperas nada de él, flota, nada y hace la gracia. ¿Cómo explicar que el empate vino en la última jugada del primer tiempo, de un balón alto que remató de cabeza el jugador mas bajito de la Agrupación, con una calidad digna de su nick en la redes (Isinho) y con una sencillez también relacionada con su nombre (Easy), de vaselina al otro palo, por encima del portero (eso de saltar hacía atrás y no hacia arriba ¿lo entrenan los preparadores de porteros?) Calidad, intuición y talento.
Los optimistas pensaron que la victoria rayista estaba más cerca que nunca pero para ganar hay que, por lo menos, estar atentos. Alguno pensará que la romántica y roja afición vallecana es feliz con el “Jogo Bonito“, pero no, también quiere ganar. En Vallecas nunca surgirán clubs de fans de Bordalás ni de Simeone pero ya hay quien piensa en el barrio que si le llaman mecánico es porque todos los días repara coches. Se llama tener oficio. Imagina que llegas al taller y te limas las uñas mientras manejas el elevador. El coche cae y aplasta a tu compañero. Es el 2-1 en metáfora mecánica. La importancia de llamarse Ernesto, salir al campo, cagarse en el contrato y dilapidar el empate en 30 segundos, llegar tarde y ocasionar el desvío que impide la parada de tu portero. Dirán algunos que ya es mala suerte. Habrá que investigar porque ahí pasa algo. Morro le debe dinero a su central o le ha hecho una trastada, porque Catena envió a su meta al banco hasta nueva sanción del titular. Lo del 2-1 fue un accidente. Lo del 3-1 un incidente. Arribas lanza una falta por fuera de la barrera, Catena se aparta “al paso” y el balón entra en la portería como si el hueco dejado por portero y zaguero fuera el aparcamiento de la Gavia en agosto a las 5 de la tarde.
¿De nuevo derrotados? De nuevo esperanzados. Laure concede un penalti absurdo y Trejo, que quiere jubilarse bien en Vallecas lo anota (3-2) , el Rayo descubre que dándole el balón a De Frutos, el hombre invisible en la izquierda, el hombre indefendible en la derecha, puede empatar. Lo intenta por todas partes hasta que los jugadores alfareros entienden que es momento de tirar de oficio, lo hacen y con ello ahogan a un Rayo pleno de Globetrotters en cancha pero sin carácter, sin maldad, sin picardía ni pinta de haber jugado en la calle. La tecnificación del fútbol a estos tipos les hizo tanto daño como la implantación por Sahagún y Álvarez del Manzano de maceteros de piedra en Vallecas para que la chavalería no pudiese jugar a la pelota.
También Sabina escribió esto a alguno de fin de contrato aunque ni él , ni su posible destinatario, lo sabían, lo imaginaban ni lo van a entender
“Que el maquillaje no apague tu risa
Que el equipaje no lastre tus alas
Que el calendario no venga con prisas
Que el diccionario detenga las balas
Que las persianas corrijan la aurora
Que gane el quiero la guerra del puedo”