El Rayo Vallecano recibía al Elche en el partido de Copa del Rey plagado de bajas entre lesionados y jugadores relacionados con la COVID (positivos y otros en cuarentena), quedándose sin sus tres delanteros (Qasmi, Antoñín y Ulloa), por lo que tuvo que jugar Bebé en la punta de ataque.
El jugador luso estuvo desde el comienzo del partido creando peligro en la portería de Diego Rodriguez. Bebé avisó primero con un cañonazo desde dentro del área que se marchó al lateral de la red y después en un mano a mano con el portero rival que desaprovechó, pero no iba a fallar a su cita con el gol. Adelantaría a los franjirrojos tras una falta desde el costado izquierdo. Le pegó durísimo y el balón se coló entre una maraña de jugadores y finalmente acabó entrando por el medio de la portería.
Sin duda, uno de los mejores del partido pese a jugar de delantero centro. El portugués ya está totalmente recuperado de la lesión que le tuvo más de un año parado y vuelve a ser un jugador decisivo que demostró potencia, lucha y gol, ingredientes fundamentales para un gran delantero.