Creyendo lo peor casi siempre se acierta (Francisco de Quevedo y Villegas).
No puede haber otra explicación. El Real Betis Balompié derrotó por tres goles a uno al Rayo Vallecano en un partido digno de Cuarto Milenio.
Por ello, adoptaremos para ésta vuestra contracrónica, el tono conspiranoico adecuado.
El primer cambio de juego rayista del partido pilló descolocado a Sabaly, un futbolista sin aspecto de futbolista. El rechace del disparo de Álvaro García fue a parar a Isi, que, hábil, levantó la pelota por encima de Miranda. Apareció Heliopolis.
Un saque de esquina,probablemente también el primero del choque acabó con un despeje defectuoso de Fran García pero que,según el scouting fue hacía el lado menos malo. Exactamente a la zurda de Sabaly, diestro cerradisimo. Apareció Heliopolis.
Un pase filtrado por Trejo a la espalda de, sí amigos, Sabaly, terminó con pase de la muerte de Álvaro, finta de Santi y remate de Isi a bocajarro. Apareció Heliopolis.
Otro saque de esquina,probablemente el último de la primera parte llevó el balón a William José y luego a Ayoze sin aparente dificultad. Apareció Heliopolis.
Que las jugadas citadas con culminación por parte de Isaac Palazón acabaran en los postes derecho e izquierdo respectivamente y los saques de esquina en goles verdiblancos solo se puede explicar, una vez más, por la intervención de Heliopolis.
La conocida como ciudad del Sol por los sevillanos escondía un secreto. Los lunes por la noche muta cual Gremlin después de las diez de la noche y se convierte en otra cosa.
Los horarios de Tebas han destapado la tragedia. Palazón se disponía a anotar y el oxígeno se convirtió en helio, risa incontrolable y poste. Sabaly fue a golpear con la zurda y el gas de la risa condujo la esférica a la escuadra. Isi,aún afectado tuvo un espasmo y su segundo intento acabó en el otro palo. Mumin sintió la risa y pensando que eran cosquillas soltó a William José. Balliu ídem de ídem con Ayoze.
El resultado, inflado como un balón de helio fue recortado en una jugada accidental. Trejo disputó un balón y Guardado sufrió un ataque de gases que lo dejó KO.
Comesaña se lanzó en plancha para evitar que el balón fuera desviado por el gas y se propagase la risa y anotó el 2-1.
Trejo pudo empatar, pero el maldito gas de Heliopolis, vendido en la demolición del antiguo estadio en frascos aparentemente vacíos como “aire del Benito Villamarín” levantó la pelota hasta el larguero para desesperación visitante,y obvia risa local. (Descubrimos vuestro secreto,truhanes).
Iraola, enfadado y risueño terminó poniendo a Camello y Falcao pero Pellegrini dió entrada a Joaquín, conteniendo la risa.
El arbitro no necesitó de gas para troncharse tras escamotear un corner al Rayo, permitir la contra y ver que Joaquín le daba el tercero a Borja Iglesias que, muerto de risa, la empujó a gol.
Mientras sonreían tras haber disfrutado de un gran partido de la franja sin el merecido premio, los aficionados del Rayo vimos Europa a la misma distancia que el domingo.
Nos dio la risa.
