La nostalgia es el mejor antídoto contra la hoja en blanco (Markitulis el crónico)
Dice la ciencia que los chopos crecen mejor cerca de las riberas, pero como podemos comprobar semana a semana, también brotan,lentos pero seguros, muy seguros, cerca incluso de antiguos arroyos como el de Vallecas, el Abroñigal.
El Rayo Vallecano camina recto con algún renglón torcido hacia lo que sin duda es un éxito deportivo notable, poder celebrar su centenario en primera división.
Quien busca el sobresaliente obtendrá, puestos en lo peor un bien o si se da una hecatombe un aprobado. Quien se conforma con el cinco puede caer al abismo al menor bandazo.
Andoni Iraola derrocha valentía, coraje, nobleza…y trabajo, y no se distrae ni cuando se ve reflejado en un espejo.
Quizá por ello la primera parte del partido del Rayo contra el Athletic fue de máximo respeto, arqueros de negro en honor de José Angel Iribar y porterías a cero.
El primer capítulo tuvo sus momentos,el de Álvaro y el palo y el del Txopo de Kumanovo frenando un gol casi seguro pero fue tan sobria como las camisetas de los guardavallas.
La segunda fue un auténtico homenaje al legendario arquero del Athletic, tuvo lluvia, barro, emoción, respeto, algunas estiradas varios casi goles y ninguna celebración ni bota negra.
Esa fue la tristeza del partido, que los dos equipos estuvieron cerca, pero tuvo todo lo demás. Isi se jugó la cabeza en su arco y en cancha contraria, De Tomás sigue acercándose al gol, Trejo al juego, Fran García y Nico Williams tuvieron un duelo joven e internacional y Julen Agirrezabala dejó claro que la chopera sigue dando buenos frutos. Lezama ofrece peloteros de clase como Sancet o Berenguer y zagueros como Vivian. Mumin en el Rayo podría echar raíces, por momentos parece estar muy verde y en otros brotan de él brotes del mismo color.
El empate final dejó a ambos equipos un poco fríos, como la tarde pero quizá ninguno merecío perder ni tener la hoja en blanco, ¡qué cosas!
La auténtica honra es la entrega de dos buenos equipos ofreciendo un rato entretenido sin premio.
