
‘Intensa batalla en tablas’
A los aficionados franjirrojos sí les preocupan los balones parados. No es excusa la altura. El Rayo Vallecano no sabe defenderlos. Es una constante. Así llegaron los goles del Oviedo, de Christian Hernández y Carlos Hernández, remontando el primero de Chori Domínguez que había adelantado a los locales. Después vendría el codazo de Velázquez y su expulsión. Más tarde el penalti anotado por Chocota Trejo. Al menos se salvó un punto en la noche donde la pesadilla de los saques de esquina volvió a aparecer.
Si no está RdT está Chori
Había ganas de fútbol en Vallecas. Había ganas de Franja. Después de la fría derrota de la jornada anterior frente al Nástic, el Estadio presentaba una muy buena entrada para ver el duelo frente al Oviedo, uno de los mejores que se pueden ver en LaLiga 1/2/3, y la grada ponía el calor que no daba el clima.
De nuevo sin delantero centro puro, como a principio de temporada, Trejo actuaba de falso nueve. El recurso por la quinta amarilla a Raúl de Tomás no había llegado a buen puerto y el Rayo se quedaba sin uno de sus mejores hombres. Y este no era el único movimiento. Santi Comesaña se quedaba en el banquillo y Aguirre ocupaba su puesto.
Los primeros minutos dejaron pinceladas de la calidad de ambos equipos, pero las imprecisiones en los últimos metros manchaban las combinaciones de rayistas y carbayones. Hasta que apareció el de siempre. El mejor de la temporada. Adrián Embarba intentó una jugada personal que no salió. No importa. ¿Que me quitan el balón? Me dejo el alma para recuperarlo y se la pongo a Chori Domínguez en la cabeza para que suba el primero al marcador. Robo y asistencia. De libro.
El día de la marmota
Y si Embarba es el que siempre aparece a favor, los que siempre aparecen en contra son los córners. Pizarra de Anquela a la salida de un saque de esquina horrorosamente defendida por los franjirrojos y muy bien ejecutada por el Oviedo que acababa con el balón dentro de la red. Gol de Christian Fernández tras una jugada en la que Alberto estuvo muy lento para levantarse y reaccionar en el rechace. 1-1.
Perdón. Corrijo. 1-2, porque si al final de la primera parte marcaba Christian Fernández tras un córner, al inicio de la segunda otro Hernández, Carlos, cabeceaba un saque de esquina para poner el segundo de los asturianos. El nerviosismo comenzaba a crecer en las gradas y Míchel daba entrada a Manucho por un gris Aguirre, desdibujado durante todo el partido.
El Rayo no carburaba y a perro flaco… Balón dividido, agarrón de Linares a Velázquez, que soltó el codo y a la calle. Roja directa. Los vallecanos se quedaban con diez. Y cuando parecía que los franjirrojos se iban a hundir… Manucho ganaba un balón por alto para quedarse solo delante del portero y era derribado. El público y los jugadores pidieron la roja, pero se quedó en amarilla. En el lanzamiento, el cuero golpeaba en la mano de Christian Fernández, que caía al suelo redondo haciendo ver que era en la cara y no en el brazo donde había impactado el esférico. Sin embargo, el árbitro decretó penalti bajo una escandalera de esas que hacen época.
Con toda la presión del mundo encima, Trejo anotaba el empate con la tranquilidad de los más grandes. Así finalizó el encuentro, con dos grandes equipos que se dejaron todo sobre el verde. Reparto de puntos que no contentó a ninguno de los dos conjuntos.
