EL TERCER TIEMPO
Nunca dejes de creer. No voy a ser quien se ponga a vender humo, claro que no. Soy consciente de que la situación en la Villa de Vallecas es complicada, que el equipo vuelve a caer en picado y sin paracaídas. Pero mientras haya vida hay que aferrarse a la esperanza. ¿Acaso sería la primera vez que este equipo resurge de las cenizas?
Afición Rayo Vallecano
El viernes, amigos, toca darlo todo. Se agota el tiempo y el Rayo Vallecano sigue en puestos de descenso. Por qué no intentarlo, por qué perder la ilusión. Palpo el ambiente, os siento, y veo el reflejo de un estado de desidia y desazón, aderezado con una pizca de mala leche. Que sí, que ya, que no entendemos por qué Imbula sigue siendo titular, o porque no jugó Advíncula en Getafe. Que si, que los cambios, la falta de intensidad, los goles en el último minuto, …, y mil cosas más. Lo se.
Pero de verdad, si por algo se ha caracterizado Vallecas es por la lucha. No conozco un vallecano que tire la toalla. Hay que intentarlo hasta el final. Se podrá ganar o perder, se podrá bajar a Segunda. Vale, pero al menos, tocará pelearlo. Y lo único que se puede hacer desde la grada es animar, porque si algo dicen los que juegan sobre el césped, es que el impulso que emana la grada les llega.
No se vosotros, pero creo que el partido contra el Girona es fundamental. Al igual que pasó contra el Eibar, el envite del viernes es otro punto de inflexión, porque después se visita el Camp Nou, y ahí si que es más difícil pescar.
No me pierdan la esperanza. De verdad se que es complicado, pero quedan 13 jornadas y eso implica que hay vida. Si sale rana la temporada, sacaremos conclusiones al final, pero no se me ahoguen antes de tiempo. En el horizonte, Girona, ese es el punto de inflexión y solo valen los tres puntos. Que Vallecas no deje de animar.