Tras una reunión entre la Comunidad de Madrid y el Rayo Vallecano para hablar de las obras de mejora proyectadas para este 2020 en el estadio, saltó la noticia de que Raúl Martín Presa había propuesto la construcción de un nuevo fondo en la calle Teniente Muñoz Díaz. ¿Es algo que realmente necesita el feudo vallecano?
Las palabras del máximo accionista en Onda Cero fueron: “Tenemos un proyecto de reformar el estadio que estaba en llenar de gradas ese fondo desplazando el campo un poco hacia Payaso Fofó. Pero es el proyecto del Rayo. Estamos hablando con la Comunidad que es la propietaria del estadio. Tiene otras ideas de reforma del campo y parece que no cubren eso. Estamos negociando para hacer ver eso. Queda feo, resta presión y fuerza competitiva. Estamos creciendo bastante en aficionados y el campo se nos queda justos. En Primera sólo teníamos 300 entradas de cortesía. Teníamos prácticamente todo el campo abonado. Es algo que estamos peleando y haciendo ver a la Comunidad cuál debería ser la reforma a medio largo plazo del estadio”.
No se puede poner en duda el crecimiento en números de la afición rayista que batió récords en primera (13547 según un estudio encargado por el Rayo) y en segunda (más de 10.500 la última temporada) y quizá se pueda debatir si un nuevo fondo es feo / bonito o genera mayor o menor presión y músculo competitivo al equipo.
Lo que es indiscutible son los datos, es decir, las cifras de asistencia al estadio. Y ahí parece que la idea de la junta directiva choca de frente con la realidad. Aludiendo a esa temporada en primera división, la 2018/2019, en la que el club asegura que no disponía prácticamente de entradas, lo cierto es que oficialmente sólo se colgó una vez el cartel de ‘Entradas agotadas’ según datos de Unión Rayo (el club no los facilita). Sucedió contra el Atlético de Madrid en aquel polémico partido del gol en fuera de juego posicional que no fue revisado por el VAR.
Ese año, el estadio de Vallecas estuvo cerca de llenarse en otras tres ocasiones con las visitas de Barcelona, Real Madrid y Girona, aunque en este último caso fue por una promoción de entradas de acompañante a precio reducido.
Pero ni en esos casos se vendió todo el billetaje de manera oficial. Y si hablamos de asistencia durante esa temporada, la media fue de 11.928 espectadores. Es decir, cada partido había 3.000 butacas vacías en ‘Vallekanfield‘.
Peores cifras en Segunda División
Si los datos en primera división contradicen la necesidad de crear un nuevo fondo en el estadio, en segunda división la situación es aún peor.
En la 2019/2020 se prohibió la asistencia de público en el mes de marzo pero en los primeros 7 meses de competición, el Rayo Vallecano no llenó ni una vez su estadio ni se agotaran las localidades a la venta.
En la 2017/2018 el único lleno se produjo el día del ascenso contra el Lugo y se rozó el lleno dos semanas antes en la visita del Córdoba en la que también había opciones de ascenso. El ‘casi lleno’ se vivió también en un Rayo Vallecano – Huesca. Tras el descenso en Anoeta, la temporada 2016/2017 no se logró ningún lleno y un año antes sólo se llenó frente al Villarreal en la celebración del Día del Niño en el estadio franjirrojo según datos de Unión Rayo.
3 llenos y 5 casi llenos en casi 200 partidos de primera, segunda división y copa del rey. Los datos hablan por sí solos.