
“Hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual” (Humor Amarillo)
“Vallekanos, yonkis y gitanos” (Rayismo troleante)
“He venido a hablar de mi libro” (Francisco Umbral…y esta vez, yo).
Didí, declarado “MVP” del mundial de Suecia en el que Pelé se presentó al mundo, llegó al Real Madrid en 1959. El primer jugador negro en la historia del Real llegó al club blanco precedido de una fama muy merecida. Un gol suyo inauguró Maracaná y si entonces las acciones hubiesen llevado los nombres de sus ejecutores como los elementos en gimnasia su mejor creación, el disparo de “folha seca” se hubiese llamado “didinho”. Solo jugó una temporada en la capital en la que no cuajó por, dicen las crónicas, falta de adaptación y según su mujer, Guiomar, culpa de la prensa madrileña, a la que acusó de estar comprada por los veteranos del club, entre ellos, el presidente de honor del Real, la leyenda (en paz descanse) Alfredo Di Stefano.
Veinte años después, el 20 de febrero de 1980 Laurie Cunningham fue ovacionado en el Camp Nou. La brillante actuación del madridista, primer jugador negro en jugar con la selección inglesa provocó el aplauso de la grada azulgrana que se rindió al talento del delantero, que desbordó a todo defensa que salió a su paso. Bizcocho, naming de toro para un zaguero bético de los de rompe y rasga le reventó el pie y no volvió a ser el mismo. Jugó en el Rayo Vallecano en dos etapas y su foto con la franja roja surcada por la marca “Alcampo” es leyenda como lo es su trágica muerte. (Recomiendo lectura en Twitter de un hilo sobre su figura escrito por un tal @markitulis. Es mi tweet fijado, vale).
El 9 de mayo de 1993 Wilfred Agbonavbare brilló con luz propia en el Bernabéu. El único jugador con puerta propia en el Campo de Futbol de Vallecas frenó cada ataque del Real Madrid mientras recibía mensajes cariñosos de parte de la grada del coliseo blanco tales como “Negro, cabrón, recoge el algodón” o “Ku Klux Klan” En un video disponible en YouTube se puede ver a la entendida afición blanca cantar a coro el “claim” y no contenta con ello insultar a Willy a la salida del campo.
El 4 de mayo de 2022, día señalado por el santoral madridista como el de la fabulosa e inolvidable remontada ante el Manchester City, una parte de Chamartín pitó el “pie a tierra de los jugadores “citizens” en su reivindicación contra el racismo “Black Lives Matter”. A los jugadores locales, nadie les paga por pensar ni por ni “meterse en política” así que ni blancos ni negros se solidarizaron.
Expuestos los antecedentes, el Real Madrid se solidarizó con su jugador franquicia, Vinicius Jr. ante los insultos recibidos el domingo por parte de la afición de Mestalla. Ojalá sirva para que dejen de decirle a mi pareja, de origen latino, que si es la cuidadora de sus hijos blancos, si estos son adoptados, o si su hijo mediano, de rasgos similares a los de ella es su hijo “de verdad”. Tengo dudas.
Para los que esperan una crónica del Real Madrid-Rayo,con victoria para los locales por dos goles a uno,disculpen las molestias. Hemos llegado a su parada.
El partido en sí fue una exhibición previa de solidaridad con Vini por parte de la afición blanca,una demostración de solidaridad del colegiado Gil Manzano con la afición local y un “troleo ” máximo de la afición rayista y de Raúl de Tomás, canterano maldito a las gradas del Bernabéu.
Pasado el primer trámite llegó el segundo. El Real no conseguía el gol y la instantánea añorada,tras un inicio prometedor del Rayo y un tramo de control blanco.
El caprichoso destino quiso que Isi,canterano de “La Fábrica ” al que enviaron a casa y casi privaron del sueño de ser futbolista, recibiera en área propia un golpe involuntario por parte de Nacho.
Gil Manzano vio la acción pero por razones que la razón no entiende:
1 No señaló la falta
2 Vio el daño, el despeje de la zaga rayista y decidió esperar a que el balón cayera en pies madridistas para parar el partido, y que la pelota fuese local en la reanudación.
3 Con Fran García en la banda y Oscar Valentín mal colocado evitando el fuera de juego, Gil Manzano puso el balón en juego sin mirar la posición de los jugadores en la cancha.
Los locales,con rapidez y picardía para un plumilla blanco y con una falta de lealtad al rival para cualquiera con dos ojos puestos en la cara medio bien, trenzaron jugada y el eficaz y preciso pase de zurdas de Valverde, para el que algún ingenuo espera aún sanción fue aprovechado con clase por Benzema que regateó a Dimi y marcó una nueva versión del gol del cojo, la del cojo selectivo.
El partido era por momentos entretenido y por tramos de ritmo soso. Quizá por ello la afición local no terminó de animarse a animar. La visitante, divertida, reivindicativa y bulliciosa decidió “animar el cotarro” ante la siesta general .
La primera vez que oí el cántico “vallecanos ,yonkis y gitanos” lo escuché en la grada de la Avenida de La Albufera. Lo proferían “los de la grada de animación del Atleti”, por entonces en segunda división. Como su talento es escaso y la creatividad nula, otras “chavalerías” de equipos visitantes y locales repitieron el cántico, pretendidamente insultante para ocultar su envidia ante el hecho de jugar contra un equipo de barrio de máximo nivel.
Hace años,y como chanza o burla preventiva frente a los cabestros,gran parte de la grada de Vallecas entona la frase. También fomenta actos contra el racismo que son sancionados por La Liga,pero esa es otra historia (o la misma).
En el Bernabéu sonó “Vallecanos,yonkis y gitanos” y se vinieron abajo miles de caretas. Las primeras, las de los odiadores en redes, escondidos detrás de la primera esquina que quisieron justificar su racismo acusando a la grada local del mismo el día equivocado. Las segundas, las de los malos profesionales queriendo montar un bulo en el peor día posible.
Que en España hay racismo parece obvio, no hace falta deducirse, entre tantas otras cosas, de esta crónica. Sólo hay que ver los resultados de los últimos comicios en los que un partido con logo verde logró más de ciento veinte mil vosotros en Madrid y ocho mil sumando las dos Vallecas. O los del domingo, ya lo veréis.
El troleo deportivo lo hizo RDT. Al rato de salir, el compañero de Isi en la cantera de Valdebebas aprovechó un pase de Chavarría para batir por bajo a Courtois y empatar el partido. Goles ante Valladolid, Espanyol y Madrid. Este hombre no gana para celebraciones.
Iraola pidió cabeza pero está voló destino Europa . Ya no quedaban tronco ni extremidades y Rodrygo, en un gran disparo desde el borde del área mandó al Rayo a casa y a la lona. El compatriota de Vini lo homenajeó recordando el puño cerrado de Tommy Smith en México y aquel inolvidable Black Power en un giro de guión que ni los profesionales norteamericanos en huelga.
Lo de Europa fue bonito mientras duró. Ojalá dure la lucha contra el racismo y triunfe. Lo necesitamos.
PD: Este artículo podría haberse titulado “Black Power ” pero ese inicio estaba cogido. Un aficionado a la escritura hizo una crónica a su manera del Huesca-Rayo en septiembre de 2018. Debió gustar mucho porque los de Unión Rayo llamaron a filas a su autor para proponerle escribir allí sobre los Imbula, Kakuta, Advincula, Ba y compañía y aquí sigue dando la tabarra. Pueden buscarla en el blog “Familia en apuros” del tal @markitulis. Si gustan.
