
El Rayo Vallecano Femenino recupera el gimnasio de la Ciudad Deportiva cuatro años después. Desde la aparición de la pandemia COVID -19, únicamente los integrantes de la primera plantilla del equipo masculino podían usarlo. La presión de las jugadoras ha sido clave para desbloquear la situación y poder mejorar sus condiciones.
Con la llegada de la pandemia en 2019, tan sólo los jugadores del primer equipo masculino podían utilizar el gimnasio de la Ciudad Deportiva. Dos años después, en 2021, y viendo la situación de desigualdad en la que se encontraban sus compañeras, los futbolistas del masculino, encabezados por los capitanes, se ofrecieron a ayudar a la sección femenina y la cantera a sufragar los gastos de un gimnasio alternativo dentro de las instalaciones.
Al enterarse de la noticia, Raúl Martín Presa, que había prometido ayudar a la sección más laureada de su historia, paralizó la creación de este nuevo gimnasio. La temporada pasada, las futbolistas se reunieron con el presidente pidiendo mejorar sus condiciones. “El club no nos daba gimnasio, la comida estaba regular, redes sociales, viajes, presupuesto… Al final, cuando hablamos con Presa, él ha ido accediendo. Es más dejadez que no querer hacer más”, afirmó Laura Teruel en una entrevista a Unión Rayo.
Y por fin, esta temporada las jugadoras están pudiendo utilizar el gimnasio. La instalación no es muy grande y están intentando no coincidir con los jugadores del equipo masculino, pero su entrenador, Francisco Rodríguez, les está poniendo facilidades. Suelen entrenar allí dos veces a la semana, aunque cuando jugaron la Copa de la Reina, por tema de calendario, acudieron menos. Un paso importante para el equipo femenino, que empieza a alzar el vuelo en Segunda RFEF.
Imagen principal: Rayo Femenino.
