Tras una carrera en la que su mayor éxito y desgracia fue “Rebelde sin causa“, Nicholas Ray pudo ser recuperado para la causa por Samuel Bronston.
Ray, que quedó marcado por la muerte de James Dean, y que dirigió a Bogart, Joan Crawford, Ava Gardner, James Mason, Charlton Heston, David Niven o Walter Mathau entre otros, parecía tener una oportunidad para relanzar su carrera, dirigiendo “55 días en Pekín“.
El drama bélico rodado en Las Rozas acabó mal para él. De tanto abusar del alcohol y las drogas, Ray colapsó en una fiesta en su chalé de Las Matas. Ava Gardner, conocida reina de la noche madrileña denunció su falta de profesionalidad y fue apartado del rodaje.
El Rayo Vallecano pareció agarrarse a la lucha por el ascenso tras su última victoria como local en liga ante el Alcorcón, pero fue el 2 de enero. Luego, como Ray, se dió un festín en Las Rozas en una noche de copas ante el Elche y prolongó la racha con el viaje a Miranda (el bueno) y una tarde de auténtica dignidad ante el Barça.
Luego, el colapso.
Tras 56 días y en Vallecas, una de las pequeñas chinas de la capital, los de Iraola pretendían retomar la senda del triunfo para asentarse en los puestos de playoff y llegar lo mas fresco posible a las eliminatorias de ascenso.
Nada de eso ocurrió.
La crisis de confianza del equipo es enorme. las lesiones, la Covid 19 , la falta de regularidad y de carácter de algunos jugadores y la melancolía y monotonía reinantes no hacen ver que la cosa mejore.
Solo Álvaro García da el nivel partido a partido y aunque otros cumplen hay errores que se repiten jornada a jornada.
La primera parte nos la podemos ahorrar, y es que solo Dimitrievski puso de su parte con dos paradones para que el partido llegara al descanso sin abrir el marcador.
En la segunda el letargo se mantuvo hasta que Yuri, delantero veteranísimo mas conocedor del oficio que los tres delanteros centros puros de la plantilla franjirroja puso no en jaque, sino en ridículo a dos zagueros del Rayo.
Primero fue capaz de proteger un balón sin despeinarse ante el potente pero sin tensión Advíncula y luego, dentro del área sacó petróleo de una acción con peligro relativo, amagando el disparo , recortando y logrando que Saveljich, de gatillo rápido, le trabara y regalara el penal.
Disparo de Yuri y gol (0-1).
Al Rayo, que en una clase de coaching lo denominarían como un equipo reactivo y nunca proactivo le salvó eso, el estímulo que necesitaba para despertar.
En el ying y el yang de la tarde, Advincula pudo redimirse de su error anterior abriendo un buen balón para Álvaro. García lo convirtió con un control orientado en excelente y su pase, como el del peruano , con su pierna de apoyo lo remató al fin Guerrero a gol. (1-1).
García pudo redondear con el gol de la remontada ya en el descuento , pero la guinda la puso Saveljich con su expulsión. El argentino-montenegrino no estuvo fino. En campo abierto salió a frenar un contraataque, lo hizo en falta, y la esperable cartulina amarilla la convirtió en roja a base de aspavientos en la cara del árbitro, que no cesó en hacer ni cuando el trencilla le mandaba FUERA en términos indignados.
Con el Rayo a diez puntos del ascenso directo, que podrían ser trece si el Espanyol gana en Gijón al Sporting, y empezando a descolgarse de sus más cercanos predecesores en la tabla toca mirar por el retrovisor para al memos cuidar la plaza.
Diez años después del episodio de Las Rozas, Nicholas Ray, caído en desgracia hizo una película experimental con mil formatos en la que hacía de profesor y terminaba demostrando que su influencia podía ser negativa en los demás.
La llamó “We can´t go home” y se tradujo como “Nunca volveremos a casa”.
Esperemos que tanto paso atrás haya sido para coger impulso.