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El síndrome del impostor

Je pense, donc je suis” (René Descartes Discurso del método -1637)

No pienses, corre” (Chema Martínez-Libro homónimo Atleta -2013)

El Rayo Vallecano empató en casa a un gol con el Sevilla F.C. y continúa en la senda correcta, la de seguir puntuando, en un tramo liguero en el que en la campaña pasada se produjo el inicio de un peligroso desplome que hizo temer a muchos lo peor.

Febrero de 2023 está siendo espectacular para el equipo de Iraola, con dos victorias y dos empates que podrían llevar a la franja por primera vez en primera división a mantenerse invicto durante un mes natural (dato revisable cuanto menos, escrito a vuelapluma).

Dicho esto, a veces pienso, viendo los partidos, que al Rayo le pasa algo. Amigo lector, contable, escritora, músico, artista, deportista, psicólogo o sexador de pollos (me acordé de Luis Aragonés, ¿Qué puedo hacer? ), ¿nunca has dudado sobre tus capacidades?, ¿nunca te has planteado si te estás creyendo algo que no eres? Para mí que al Rayo le pasa eso.

El 11 de Payaso Fofó salió como un ciclón a la cancha y en cinco minutos pudo haberse merendado y digerido al Sevilla de Sampaoli, pero en algún momento pasó algo que no advertí.

Quizá fuese que Álvaro o Fran viesen a Montiel y dijeran ” a este le hemos visto en la tele metiendo un penal en Qatar”. Puede que Isi reconociera a Acuña en algún lance o incluso recordasen al arquero que dio con los huesos de Luis Enrique en las listas del SEPE.

La franja cambió repentinamente a Iraola y Chemita Martínez por Descartes (siempre me quedará la duda, nunca mejor dicho, de si el agente y hermano de Sergio Ramos fue nombrado René por él, por Magritte, por la Russo por la Zellweger, pero esta digresión no viene al caso) y empezó a pensar cosas tales como ¿qué hacemos tan arriba nosotros? ¿por qué “estos” están tan abajo?. Los visitantes, que oían sin duda los gritos de Sampaoli con la ventana de la cabina cerrada empezaron a transitar, a soltarse, a correr hasta que un disparo de Suso al palo corto de Dimi fue desviado sin querer por Valentín al largo y se alojó en las mallas sin posibilidad de perdón (0-1).

Al Rayo, hasta el descanso, se le quebró el corazón.

En la salida el Rayo volvió a salir peleón y no dejó de lanzar de esquina hasta que Isi se llenó de razón. Su balón, parabólico, filármonico, antológico y magnético fue a parar a Lejeune que anabólico y catabólico a la vez lo empujó de martillazo cabecero y sin oposición a la euforia de la afición (1-1).

El técnico vallecano atajó dudas y acto seguido metió a RDT, internacional con diabluras que sufrió a Bryan Gil convertido en Miura. Los sevillistas pidieron expulsiones y el árbitro a todos “que sí, jamones, que si queréis emociones ved La isla de las tentaciones”.

No fue necesario. Iraola metió en cancha a Falcao, el mejor delantero centro parar salir diez minutitos que hay en el planeta. El partido se desarboló, EnNesyri pudo adelantar a los suyos, De Tomás con ayuda de Radamel a la franja y el partido terminó con empate, con la grada recordando el uy de Camello al principio de la segunda a pase de Balliu, la polvora mojada de la vanguardia rayista y resignándose con el punto, bueno no, pero malo tampoco.

La franja acudirá a Cádiz para seguir ampliando su buena racha a domicilio tras la resaca de los carnavales (la semana pasada dije que el Rayo acudía a Mirandilla el día grande de los mismos, metí el cuezo, perdón) , con 34 puntos en la tabla, en puestos europeos, y sin ganas de decir “adiós a Don Carnal y bienvenida a Doña Cuaresma”. Esperemos que no sea el entierro de la sardina.

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