LAS BONETADAS
Circo. Esperpento. Llámenlo como quieran pero el Rayo Vallecano desde hace años da para al menos una película de Hollywood. Y si se pones seria más que trilogía, da para una saga entera.
El Rayo está viviendo en las últimas horas un capítulo de ‘cuernos’ en toda regla. El presidente Martín Presa lleva indeciso en las últimas semanas y no sabe qué hacer con Míchel. Casi todos tienen tienen claro qué hacer; él no. Desde el pasado viernes el futuro de Míchel está en el aire aunque desde hace bastante tiempo hay dudas sobre si el vallecano será capaz de llevarlo adelante.
Unas dudas que han hecho, entre otras cosas, buscar alternativas. Paco Jémez o Julio Velázquez, entre los nombres. Y mientras Míchel entrenando a una puerta cerrada. Y es que los cuernos se quedan en casa. “Cariño, me han dicho que te han visto con otra”. “Mentira, te quiero a ti”. Pero se lo dices ahí, a puerta cerrada. Mientras en el barrio te ha visto todo el mundo. No hay valor para tomar la decisión. Y esta indecisión ha provocado esta situación porque al final la gente se entera cuando vas pidiendo consejos tanto tiempo.
¿Dónde está un comunicado en estos momentos negando todo? ¿Será que la información es cierta? Totalmente, me fío de mis compañeros. ¿A qué espera el Rayo a ratificar a Míchel? ¿A qué espera a publicar una nota ratificando al técnico?
Sinceramente. Sin entrar en si debe o no debe ser cesado (yo ya di mi opinión que no, que hasta el final). Míchel no se merece esto. Una leyenda del Rayo como él no merece ser tratado así. Míchel se merece ser ratificado hasta el final de temporada, ser incluso renovado o que le digan a la cara que le van a cesar. Pero no merece tener ‘una soga al cuello’ cada semana y que se permitan debates continuamente. Sí o no. Tan simple.
