El Pase Corto: Rayo 0–1 Lugo
DE OTRO PARTIDO
Desastre alegre.
Hay que agradecerle al Almería que el Rayo Vallecano esté en el playoff. El partido del Rayo fue lamentable y, jugando así, obviamente no se sube. Se llega a la instancia más importante de la temporada con una baja anímica y de autoridad. Al partido había que ganarlo por goleada, pero se perdió y la carambola dejó al Rayo en esa instancia crucial, a la que llega con las mismas dudas de todo el año.
ENVUELTO PARA REGALO
La falta de actitud.
No hubo presencias, solo ausencias notables. El Rayo fue un equipo que confió y se perdió en la confianza. Jugó con la ilusión de mucha gente y, contra esa ilusión, perdió. Lo siento, pero es así. El Almería estuvo a la altura a la que el Rayo debería haber estado, y el gran culpable de la derrota ha sido Iraola.
LO QUE SE LLEVA EL OJO
Párpados cerrados.
El ojo no rescata nada. Se cierra para imaginar un playoff con el Rayo siendo el Rayo, y no el equipo desdibujado que ha sido hoy. El ojo se cierra para imaginar un equipo que asuste a los rivales, que meta el pie, que corra, que tenga gol, que sea coherente en la estrategia, en el planteamiento y en los cambios. Lo visto hoy se olvida fácil. El ojo se lleva, imaginados, los goles que no vio del Almería.
LA BOTELLA MEDIO LLENA
Prórroga al optimismo.
La botella, por respeto a los optimistas y a los pesimistas, sigue teniendo el líquido en el nivel medio. Interpreten. Lo de hoy fue una decepción con final feliz, por eso hay tantos matices: el Rayo jugará el playoff más por mérito del Almería que por mérito propio. En el próximo partido, el Almería no podrá ayudarnos. Depender de sí mismo siempre ha sido un caos para el Rayo. El futuro es incierto e intermitente, en la línea de todo el año.
EN DEFENSA DE…
Nadie.
Solo las benditas matemáticas, tantas veces invocadas durante el año, son las que meten al Rayo en el playoff. En el partido más importante de los que quedaban (ahora se vienen los prioritarios) el Rayo jugó como un equipo ya salvado, que está en mitad de tabla y no pelea por nada.
Pasó otra vez de la dinámica del juego arrollador a la del hartazgo, y por eso vuelve a desconcertar. El objetivo de llegar al playoff fue conseguido (el segundo, porque el primero no conseguido ha sido el del ascenso directo), y el objetivo de jugar bien, no conseguido.
A ver qué nos depara el playoff. Llega pronto, sospecho que no hay tiempo para el cambio de mentalidad que el Rayo necesita.
El saludo de este Pase Corto es para Tomás García (@ThunderVK), periodista y seguidor del Rayo Vallecano.
¡Un abrazo franjirrojo, Tomás!
Y a vosotros, familia rayista, hasta la próxima crónica. ¡Fuerza, Vallecas! ¡Aúpa, Rayo, y el jueves a por el Leganés!