Escuché el concepto por primera vez en una retransmisión de baloncesto del dúo Montes y Daimiel y quedé prendado. En un deporte donde la estadística avanzada y las métricas que facilita la inteligencia artificial (sigan en Twitter a Jesús Lagos, no se arrepentirán) nos aportan una información valiosísima de lo que vemos y de lo que podríamos ver aprovechando los datos no debemos renunciar a los intangibles.
Aquellos detalles que no se pueden tocar pero que suman y restan y han sido parte importante del fútbol durante su más de siglo y medio de vida merecían un homenaje. El partidazo que ofrecieron Levante y Rayo Vallecano en el Ciudad de Valencia fue un cúmulo de ellos.
Diego Pablo Simeone esbozó algo de ello al referirse al fichaje de Luis Suárez por su equipo en un documental sobre el título colchonero. El pistolero no solo aportaría talento,rabia y gol sino algo que sus compañeros podrían absorber, “el tipo está acostumbrado a ganar”.
La presencia de Suárez infundió el temor en los rivales y el respeto de los árbitros, como diría el más famoso de los colombianos, un “win win”.
La llegada al Rayo del segundo colombiano más querido por uno tras García Márquez, Don Radamel Falcao García le hubiese aportado hoy eso al Rayo, pensaba más de un aficionado orgulloso de su equipo,emocionado con su partido y triste a la vez de la cercana derrota por un penalti cándido fruto de una picardía mal empleada.
Es posible que con un jugador de esa jerarquía en la cancha por parte franjirroja el árbitro del encuentro hubiese castigado el empujón de Vezo sobre Ciss con falta y no el desgraciado escorzo de Pathe, que exageró tanto la carga del zaguero granota que abrió los brazos como un bailarín del Bolshói y el balón caprichoso se estrelló contra uno de ellos.
Hasta entonces el partido se había desarrollado de intangible en intangible. Los levantinistas cargaban sobre el lado de Merquelanz pero este se lesionó pronto e Isi le suplió a lo Garrincha, jugando por donde le venía en gana, recortando, filtrando pases y disparando.
También de tangibles. Los culos de Trejo y Nteka marcaban el camino. Proteger el balón al estilo trilero o al estilo salvaje, cada cual a lo suyo convirtieron al Santa Inés en controlador del partido con una defensa sobria y un portero que no vio el balón hasta que tuvo que sacarlo de su red.
Alvaro García lo celebró a su manera,rematando de chilena y haciendo sufrir al contundente Miramón.
El gol de Roger de penalti era una anomalía demasiado persistente. Visita del Rayo y penalti en contra, ya juegue al sur,al norte o al este, veremos qué pasa en Vigo.
Tangible debió de ser la arenga de Iraola en el descanso porque Pathe Ciss salió tras él como Dunga, Mauro, Mazinho y Kaká juntos y el Rayo siguió a lo suyo, divirtiéndose, divirtiéndonos y dando cada diez minutos un pasito adelante hasta que entraron en el campo los colmos de lo intangible.
Cuando Bebé salta a la cancha se sabe que algo va a pasar. Thiago siempre encuentra el modo de revolucionar los partidos y unido a los Isi, Álvaro, Unai, Valentín al cierre bien acompañados por Fran y sobre todo por Balliu intentaron de todas las maneras romper la muralla local pero no había manera.
Nadie esperaba es que el futuro suplente de Falcao en la franja y a quien el Atleti y Luis Suárez le deben el último kilate de la Liga le diese el Rayo ese punto escaso pero que ganó a pulso.
Tras un par de intervenciones pocon prometedoras Sergi Guardiola estuvo donde debía para poner el pie fuerte y no torcerse el tobillo con el obús que Bebé metió en el área.
Su pase a la red supuso un empate de los que saben a gloria por lograrse al final y a poco viendo a este Rayo al que da gusto ver jugar,ser atrevido,ordenado y no tener miedo. Ya llegarán las apreturas en la tabla, la lucha por el descenso y todas esas nimiedades pero por ahora la franja está haciéndonos disfrutar.
Sólo nos falta que llegue el salto del Tigre. Cerrar los ojos e imaginarlo goleando al Getafe es todo un sueño.
Ojalá se pueda tocar.