Ni cotiza la idea de que Don Ramón María del Valle-Inclán, escritor nacido y fallecido en Galicia y residente durante años en la capital de España podría haber redactado al menos un borrador del guión de la última jornada de liga de segunda división. El autor de Luces de Bohemia, Divinas Palabras también escribió “Farsa Infantil de la Cabeza del Dragón”. Sin embargo, nuestro autor ,máximo exponente del esperpento, escribió una obra de teatro quizá menos conocida, pero reveladora de lo ocurrido ayer por la tarde. “Los cuernos de Don Friolera” narra la historia de cómo Doña Loreta fue infiel a su marido, el teniente Astete “alias Don Friolera”con Pachequín, el barbero. Friolera se entera por un anónimo, promete venganza, luego llega Manolita, la hija del cornudo y aquello se lía.
Habíamos venido a hablar de otro libro, pero como ni llega a serlo, el Racing de Santander- Rayo Vallecano “disputado” ayer en el Sardinero nos servirá para hablar de otro triángulo amoroso convertido en sainete, vódevil o lectura que recibiría aprobación de Valle Inclán. Hasta podrían figurar Max Estrella o Don Latino, pero dejémoslo ahí.
Yacine Qasmi era un delantero que por fin se asentaba en la élite. Su primera vuelta había estado a buen nivel en el Elche, había anotado siete goles y el Rayo Vallecano, necesitado de gol asumió su contratación al estilo Barça o Sevilla con el Leganés. Tras no dar el rendimiento esperado, Qasmi decidió que era buena idea, en víspera de la última jornada, reunirse con algún amigo del fútbol fuera del entorno rayista ¿Qué mejor que compartir vivencias, sensaciones, frustraciones con un compañero de profesión?. ¿Qué más da que fuera del Fuenlabrada, máximo rival en la lucha con el playoff tras haber abandonado en invierno al otro lado del triángulo, llamado Elche?.¿ Qué importa que un protocolo impuesto para preservar la salud de un colectivo, ya beneficiado en cuidados y pruebas con respecto al resto de ciudadanos, le impidiese hacerlo? ¿Qué podría salir mal? TODO
Horas antes de disputarse la jornada no sabemos si algún anónimo como en “Los cuernos de Don Friolera” filtró la noticia de los positivos en Covid-19 de varios integrantes del Fuenlabrada. Estos, con una impunidad propia de la comunidad del fútbol profesional se saltaron no protocolos sino las normas sanitarias y de empatía al compartir hotel y zonas comunes con personas sanas a las que contagiar o como mal menor fastidiar su estancia en tal lugar. Qasmi informó imagino en ese momento al Rayo de su fechoría, y el equipo perdió su presencia en el campo y ganó en ganas de matarle ante la realidad de una cuarentena precautoria con Paco dando voces.
Han llovido ríos de tinta sobre el descenso del Deportivo a Segunda B, el perjuicio que el Elche va a reclamar y todos los agravios y consecuencias deportivas y económicas de suspender un partido y jugar el resto de la última jornada. Quedan en nada si pensamos en la Covid-19 gustándose en cada balón dividido , en cada balón aéreo, en cada escupitajo en la hierba o moco al ras, en los abrazos en los goles o desgracias, en el día a día de los jugadores, técnicos y personal de los clubes y sus familias o contactos.
Yacine no jugó pero el Rayo hizo aparición en los campos de Sport del Sardinero. El Racing, otra víctima del fútbol moderno le recibió en su último partido en el fútbol profesional con un buen grupo de mozos que sin la presión del resultado dieron una buena imagen en la primera parte. Precioso estadio con buenas gentes que vieron dirigir a Manolo Preciado, Vicente Miera, Jabo Irureta o a nuestro querido Marcelino García, gran DT también querido en Getafe. ¿Sabíais que Marcelino fraguó su historia de amor con Ángel Torres y los suyos allí en un Racing-Geta de semis de copa? Los azulones, sin Bordalás aún por allí, aprovecharon que un joven Ezequiel Garay estaba en el suelo lesionado y marcaron para sentenciar la eliminatoria. Casquero se mofó del público y ahora trabaja en la tele como socio de honor de la asociación de víctimas de Pepe (sé que me enrollo pero hablar del Racing-Rayo da pereza). Por allí jugaron también Quique Setién, Canales, Munitis, Radchenko, Sietes, Sañudo o Toño, portero amado y odiado casi a parte iguales por nuestra parroquia. Nada parecido ahora. Bueno sí, su portero de esta campaña fue Luca Zidane.
Ayer no jugo. No hizo falta con un buen sustituto en el campo.
¿El Rayo? Contento con lo del viernes Paco repitió formula con tres atrás, repitió disgusto con el gol de Siverio que adelantó a los locales, repitió apretón para remontar con goles de Álvaro García y Mario Suarez por medio de penalti sancionado por el VAR con más de dos minutos de retraso. También repitió la decisión de poner a Advíncula en la cancha pero algo cambió. Se dio cuenta de que más que un sueño con en “Los Serrano” o “Lost” aquel final podía ser de pesadilla y lo evitó. Adelantó la posición del peruano y puso un central más en la cancha para evitar la avalancha del Borussia Moenchengladbach que Jémez vio en la roma e inocente ofensiva del conjunto de José Luis Oltra.
El Rayo soñó durante una hora con jugar las eliminatorias por el ascenso pero el Elche marcó, el Albacete sentenció en el 90 a los de Fernando Vázquez y nos quedamos con un palmo de narices. Como casi siempre.
Un final de temporada (ya veremos si lo es) para el Rayo digno del resto del año , un espectáculo de serie B, mediocre pero con algunos highlights que hemos intentado contar desde aquí a nuestra manera.
¡Qué descansemos! Todos. SALUD